El runrún que mosquea a Rubi

UD ALMERÍA | Contracrónica

El técnico catalán mostró tras la derrota ante Osasuna los primeros síntomas de nerviosismo

Reclamó a la afición su pitada a Sousa y volvió a recordarle a la dirección deportiva que un equipo necesita tiempo para armarse

A Turki Al-Sheik, que siguió el duelo ante Osasuna desde su palco presidencial, no le gustó nada lo que vio sobre el césped
A Turki Al-Sheik, que siguió el duelo ante Osasuna desde su palco presidencial, no le gustó nada lo que vio sobre el césped / Javier Alonso

Rubi esbozó tras la derrota ante Osasuna los primeros síntomas de nerviosismo. La precipitada marcha de Sadiq está desgastando más de lo deseado al técnico catalán, que no acaba de dar con la tecla para reconstruir a un equipo que giraba en torno a su figura porque para dar con ese botón necesita algo tan preciado en la máxima categoría como 'tiempo'. Venta acertada o no (acaba de lesionarse con la Real y dice adiós a la temporada), lo cierto es que la sombra que proyecta el nigeriano sobre la delantera del Almería continúa siendo bastante alargada a tenor de lo visto ante el conjunto navarro.

A Rubi, que suele ser infalible en la preparación de los partidos, esta vez le flaqueó el planteamiento. Puede entenderse que mantuviera la apuesta por el 1-4-3-3 que le dio el ascenso, pero a tenor de las piezas disponibles ese sistema no conjuga con el aire temerario que se exhibió ante los pamplonicas. Dio la sensación de que todo se fiase a la carta de adelantarse en el marcador en los quince primeros minutos de juego, porque a partir de ese instante todo fueron fuegos de artificio ante la solidez y empuje del contrario.

No es de extrañar que de cara a las dos próximas salidas de forma consecutiva a Mallorca y Bilbao el de Vilasar de Mar rescate el 1-5-3-2 de las primeras jornadas para pertrecharse mejor en la retaguardia mientras afina la puesta a punto en los entrenamientos de un dibujo que, por lógica natural, en función de las nuevas piezas disponibles, quizá debería evolucionar hacia un 1-4-2-3-1, con Melero en el doble pivote junto a Eguaras o De la Hoz para proyectar su espíritu de trescuartista y la opción de integrar un tridente formado por Lázaro-Ramazani-Embarba secundando a El Bilal en punta, al menos en los duelos locales.

Rubi no acabó nada contento con el 0-1 ante Osasuna
Rubi no acabó nada contento con el 0-1 ante Osasuna / LFP

Volviendo a Osasuna, el plan original no salió como estaba previsto y la reacción tras el descanso tampoco fue la deseada. Con Portillo y sobre todo Puigmal (el empuje de uno ya no es el del otro) es cierto que el equipo mejoró en posesión, pero sin la mordiente necesaria. Y luego el runrún de la pitada a Dyego Sousa. A tenor de su nueva gris actuación es lo menos que podía ocurrirle al luso-brasileño. Pero no conviene olvidar que la culpa recae en Rubi por insistir con él en la titularidad, más aún si no facilita que pueda explotar sus virtudes de rematador suministrándole balones al área. Defendió más que de lo que atacó y eso lo dice todo en un '9'. La pitada le sirvió a Rubi como excusa para dar un equivocado tirón de orejas a una afición que en general lo venera. El público es soberano y quien paga tiene derecho a expresar su disconformidad al principio, al descanso o al final del encuentro. Idéntica soberanía tiene Rubi en confeccionar sus alineaciones, con aciertos y errores.

Ese fue uno de los síntomas de nerviosismo, acordarse del runrún del Estadio. El otro emana de su insistencia, ya casi rogatoria, en demandar tiempo. Todos los aficionados asumen que el club le jugó una mala pasada concentrando en los último días de mercado el grueso de los refuerzos. Jugadores como Melero, Lázaro, Embarba o El Bilal, llamados a ser titulares a un mes vista, necesitan un acoplamiento mínimo al sistema y eso no se consigue de la noche a la mañana. Pero la mejor receta es trabajarlo en los entrenamientos para poder implementarlo en los partidos y no caer en el lamento constante.

La dirección deportiva indálica (con Mohamed el Assy y Joao Gonçalves al frente) tampoco debe ser ajena a las continuas insinuaciones que llegan desde el banquillo tras un mercado veraniego realmente complejo en el que quizá apostasen en exceso por perfiles jóvenes que todavía están por curtir. Rubi se ha ganado el derecho de que Turki Al-Sheikh conserve la calma y mantenga la paciencia, un antónimo para su carácter impetuoso. Por eso es conveniente que la dinámica empiece a enderezarse, porque el furgón de los equipos de cola tiene apuntado el nombre de José Bordalás y muchos temen ya perderlo si no dan el paso a tiempo. Apostaría a que la próxima jornada, tras la cual habrá parón por selecciones, el alicantino se sentará en uno de esos banquillos. La duda es en cuál.

Descanso este martes y vuelta al trabajo el miércoles

La plantilla rojiblanca tiene jornada de descanso este martes tras el partido disputado frente a Osasuna, aunque los jugadores que están lesionados o arrastran molestias se han ejercitado en el anexo. La plantilla al completo reanudará los entrenamientos el miércoles para comenzar a preparar el partido del próximo sábado (14 horas) en Mallorca. Esta primera sesión de una semana corta será vespertina (18 horas) y se desarrollará en el Power Horse Stadium.

El jueves y el viernes los rojiblancos entrenarán a las 13 horas para habituarse al horario del encuentro, y ambos casos las sesiones serán a puerta cerrada en el Power Horse Stadium. El viernes por la tarde la expedición almeriense viajará a Mallorca.

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