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A falta de setas, un saludable paseo por el monte de El Serbal
La falta de lluvias este otoño ha dejado el monte casi sin setas y hongos, pero los participantes de la ruta micológica se afanaron en buscar alguna especie junto a pinos y bajo la hojarasca. Varios tuvieron suerte
"Este año ha llovido tarde y poco y los hongos tienen su ritmo de vida, por lo que vamos a encontrar pocas setas en nuestro paseo por el monte", declaró Jesús Vilches, micólogo y uno de los guías de la ruta micológica El Serbal, minutos antes a la salida de los senderistas, a los que acompañó el tiempo. Ayer se disfrutó de un día soleado, sin viento y con una temperatura agradable de unos 16 grados en la sierra de Abla.
El grupo de más de 150 personas que participaron en la ruta micológica por El Serbal, que forma parte de las actividades que conforman las Jornadas Micológicas de Abla, partieron pasadas las once y media de la mañana desde el Aula de la Naturaleza Paredes tras coger fuerzas gracias a un desayuno con chocolate caliente y bollería casera.
Todos comenzaron el paseo por el monte conscientes de que en esta edición no iban a llenar sus cestas de setas y hongos. Pero a pesar de las predicciones la mayoría de los participantes, en especial los más pequeños, se afanaron en buscar junto a los pinos y bajo la hojarasca alguna que otra especie.
En la búsqueda tuvo suerte, ya que encontró una macrolepiota, Mariquilla, cara conocida ya en estas jornadas a quien este año ha acompañado por primera vez Joaquín, que ha viajado a Abla desde Murcia.
También Rosa y Marta encontraron varios pies azules. Para estas dos niñas, todo un tesoro puesto que aunque la sierra de Abla se caracteriza por contar con una gran cantidad de especies comestibles, la falta de lluvias en este otoño ha dejado el monte casi sin setas y hongos.
"Estamos en una de las zonas más diversas de Andalucía, una comunidad que cuenta con un rico patrimonio micológico con unas 3.000 especies diferentes", explicó Luis Vilches.
Algún pequeño hongo, en concreto, varios champiñones, también se encontró María del Mar Hernández. "Aunque este año no hay muchas setas disfrutamos de una agradable jornada de campo y convivencia", comentó durante el paseo esta gran aficionada a la micología, quien añade: "Para los aficionados es muy emocionante buscar y encontrar una recompensa".
Aunque pocos consiguieron dicha recompensa, algunas setas y hongos se lograron meter en las cestas que los participantes vaciaron alcanzada el área recreativa El Serbal, donde los aficionados y los expertos, Luis Vilches y Eduardo Gallego, analizaron las especies encontradas. En definitiva este año han sido pocas, pero todos se han ido contentos porque al menos han disfrutado de una agradable jornada caminando entre los pinares de la sierra abulense.
De nuevo, la ruta micológica El Serbal ha sido un éxito. También el resto de las actividades enmarcadas en las jornadas, como la novedad del programa: ruta Micotapas por bares y restaurantes del municipio.
El alcalde de Abla, Antonio Oliva, ha declarado que "las jornadas se han convertido en la excusa perfecta para acercar a la gente a nuestro entorno natural, en una fórmula idónea para inculcar valores mediambientales y dar a conocer las buenas prácticas en el monte, además son una fórmula para que el mundo rural mantenga vida, sin olvidar que esta actividad descubre la importancia de los hongos para el desarrollo de los montes".
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