No es habitual encontrarse con un filial con hasta diez nacionalidades diferentes. Y no es habitual encontrarse con un equipo de Tercera Federación con hasta nueve nacionalidades distintas, algo que ocurre en el Almería B. El vestuario rojiblanco, remozado en el mercado invernal con hasta siete movimientos, tiene hasta diez nacionalidades diferentes y eso que se ha marchado Sylla, procedente de Senegal, la que era la undécima. Destaca que de las 21 fichas registradas, apenas ocho son de jugadores procedentes de España, así como que cuatro de ellos han nacido en Portugal.

La vinculación con el país luso no es casualidad, al igual que ha ocurrido estas últimas temporadas con el primer equipo desde que aterrizase la nueva propiedad en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. En concreto, los portugueses son Álex Mendes, Carlao, Avelino y Hugo Neves. Milovanovic, por el que la entidad almeriense abonó 3'5 millones de euros al Partizán de Belgrado el pasado estío (sin contar variables) pone el color serbio, otra de las naciones más representadas en el vestuario del 'A'.

A los lusos les siguen los brasileños, con dos, hablando el mismo idioma, caso de Keven Vinicius, la última incorporación (la UDA aún no la ha anunciado a la espera de que se resuelva los problemas burocráticos) y Wellington, uno de esos jugadores que por su juventud ha optado por traer a su familia a tierras almerienses para facilitar la adaptación.

Mer Demirci, también con nacionalidad española, nació en Países Bajos, mientras que Lokosa lo hizo en Nigeria. De Bélgica procede Diamant Ramazani y de Eslovaquia, Svidersky. Andrei, por su parte, nació en Rumanía y Bian Emalo, lo hizo en Guinea-Bisáu. El grupo de españoles lo forman Gilbert, Carmona, Núñez, Obón, Pedro Pérez, Rojas, Aarón Romero y Víctor Sala.