El filial rojiblanco volvía al Anexo de los Juegos Mediterráneos para jugar uno de los mejores partidos de la categoría contra el Huétor Vega, el segundo clasificado y con seis victorias consecutivas en la mejor dinámica del grupo IX de Tercera RFEF. El duelo se abrió con un remate de Rachad Fettal en el minuto dos en un remate de cabeza. El delantero hispano-marroquí, convocado este sábado con el primer equipo, se presentó a la cita dominical con ganas de volver a ver portería.

La primera media hora de partido estuvo marcada por las lesiones en uno y otro equipo. David, el capitán visitante, se marchó lesionado con bastantes muestras de dolor. Pasado el ecuador del encuentro liguero, Valen se retiró tocado cuando nuevamente estaba siendo el mayor activo en ataque de los rojiblancos. 

La igualdad comenzó a desquebrajarse en el último tercio del primer acto. El Almería B mostró mucha más calma con el balón sabiendo gestionar la posesión de balón con inteligencia. Un centro tocado de Aarón fue finalizado por Rachad, que se suspendió en el aire en una acción notable, que solo mejoró Donaire con una estirada de aúpa.

Luis Lara fue el más activo en el ataque rojiblanco

En el comienzo de la segunda parte, Luis Lara se erigió como el gran protagonista. Paco Sanz y Bruno Iribarne lo buscaban en largo por activa y por pasiva para que el extremo encarase a Pedro, en clara posición de inferioridad con uno de los veteranos del filial indálico. El único inconveniente fue que sus centros no encontraban nunca a Rachad, que se desesperaba por lograr conectar ningún disparo.

No obstante, el ariete siguió intentándolo. En una jugada individual, Rachad volvió a quitarse a varios defensores de encima y, frente a frente con el guardameta, decidió equivocadamente ceder atrás sin encontrar rematador. La solución entonces fue la aparición en segunda línea de otros futbolistas. Luis Lara cabalgó en la banda para, ahora sí, asistir a Joan Gázquez. El interior, que siempre aparece, ha demostrado ser un llegador nato y abrió la lata de un encuentro que estaba entrando en una fase de zozobra para los almerienses.

La tensión apareció en el Anexo por la importancia de lograr esta victoria, la tercera consecutiva y contra un rival directo en los puestos de cabecera. Álex Mendes no acabó de despejar bien una pelota que le cayó a Kiko, aunque ahí estuvo seguro bajo palos Bruno Iribarne. El guardameta almeriense iba a hacer acto de presencia en el mejor momento del Huétor Vega. Un vuelo sin motor del arquero local salvó a los suyos después de un disparo desde treinta metros de Molina.

Con los granadinos apretando, Aarón hizo una incursión en solitario por la izquierda que provocó la falta y segunda amarilla del central Rafa, que acabó expulsado en la recta final. Los visitantes no le perdieron la cara al partido con un hombre menos, pero la victoria se quedó en Almería. Otro día en el que los rojiblancos suman otra portería a cero, la quinta seguida, y se ponen a dos puntos de la segunda plaza. Triunfo de personalidad de un grupo de jóvenes que siguen demostrando que la palabra 'imposible' no entra en su diccionario.