Elecciones municipales

El bipartidismo salva el envite de la atomización política en la provincia

  • Los populares apuntalan la mayoría absoluta en Diputación después de lograr mayorías relativas en sus principales feudos en la provincia. Los futuros gobiernos de una quincena de pueblos surgirán de alianzas entre dos o más partidos. Níjar, Vícar, Mojácar, Pulpí y Berja consolidan liderazgos.

Apesar de la permanente sangría de votos que viene sufriendo el bipartidismo en la provincia, tendencia que se confirmó en las andaluzas y generales y que ya caracterizó las municipales de hace cuatro años, la fuerte atomización del espectro político no ha propiciado la caída de los grandes municipios en los que gobernaban PSOE y PP en las elecciones locales del 26 de mayo. El fuerte tirón de las fuerzas emergentes, que desgastan a los históricos partidos por izquierda, centro y derecha, planteaba el escenario de voto más plural y fragmentado de la historia de la provincia con alternativas en más de un tercio de los 103 pueblos. El desenlace, sin embargo, no fue tan incierto como se esperaba.

El PP ha salvado los grandes feudos y apuntala la mayoría absoluta en la Diputación Provincial a pesar de un leve retroceso en votos. Suma 414 concejales y 37 alcaldías, así como otras 11 mayorías relativas que estarán pendientes de llegar a acuerdos y alianzas. De hecho, en la capital, El Ejido, Roquetas, Adra y Huércal-Overa, principales bastiones populares, tendrán que emplearse a fondo para avanzar en la cultura del pacto de cara a las investiduras y para dar estabilidad a las futuras corporaciones. En las elecciones generales sumaron 16 victorias en toda la provincia frente a las 83 del PSOE, lo que evidencia que las municipales son otra historia y la marca pesa menos que la gestión. 

El PSOE ha logrado 438 ediles y 42 alcaldías, que podrían ser más si decantan otras cinco mayorías relativas. Los socialistas han dado el vuelco en Abrucena, Fondón y Antas, mientras que los populares dan la vuelta a la tortilla en Abla y Vera y suman victoria aplastante en Laujar de Andarax tras la incorporación de la alcaldesa independiente. En el municipio de Balanegra también ha ganado el PP holgadamente en su primer envite democrático tras la segregación de Berja. En otras tres localidades han sido partidos independientes y agrupaciones de electores las que han conseguido ser fuerza más votada: Partaloa con Antonio Peñuela, Albox con Francisco Torrecillas y La Mojonera con José Miguel Hernández. En Vélez-Blanco y Felix también han conseguido mayorías relativas pendientes de negociación postelectoral. 

Ciudadanos ha recuperado la tercera posición en el cómputo de votos de la provincia con 20.109 sufragios y suman tres alcaldías, la de Albanchez, Los Gallardos y Lúcar. Izquierda Unida sólo Alcolea, al ser superados por el PSOE en Rioja, y en la capital se han quedado fuera de la representación institucional por la llegada de Podemos. Vox no ha ganado en ninguna localidad, además de que su resultado en Níjar y Balanegra, municipios en los que había conseguido ser la fuerza más votada en las generales, ha sido negativo. En El Ejido logran siete concejales con los que apuntalar la mayoría relativa de Francisco Góngora.  

En el municipio de Chercos renueva el alcalde a sus 93 años y en otras localidades pequeñas del interior se han producido victorias contundentes (cinco a cero) de PSOE y PP como en Senés, Alcudia, Almócita, Alsodux, Benitagla, Laroya y Suflí. Los dos grandes partidos fueron destinatarios de casi un 75% de los votos de los almerienses hace cuatro años, seis puntos por debajo del 80% de las municipales de 2011, pero empezaron a depender como nunca de las demás fuerzas políticas de un mapa inédito para teñir de rojo o azul los principales núcleos. En las elecciones que se celebraron ayer bajan al 72,8% de los votos en la provincia.

También hay ayuntamientos en los que las votaciones de ayer han servido para confirmar los liderazgos de los que venían gobernando y apenas han sufrido el desgaste de la oposición del resto de actores políticos como ha ocurrido en Vícar con Antonio Bonilla, en Níjar con Esperanza Pérez, en Garrucha con María López, en Alhama con Cristóbal Rodríguez, en Mojácar con Rosa María Cano, en Laujar con Almudena Morales, en Olula con Antonio Martínez, en Gádor con Lourdes Ramos, en Cantoria con Purificación Sánchez y en Pulpí con Juan Pedro García.

Entre las localidades que van a depender de acuerdos y apoyos en la investidura están Turre, Adra, Huércal-Overa, Benahadux, El Ejido, Roquetas, Carboneras, Dalías, Felix, Gérgal, Huércal de Almería, Íllar, Rioja, Tíjola, Vélez-Blanco, Vélez-Rubio y la capital. Ramón Fernández-Pacheco ha mejorado el resultado de las anteriores elecciones y mantiene contra todo pronóstico los 13 ediles, un resultado que echa por tierra las aspiraciones de Adriana Valverde que confiaba en la dinámica de las generales en las que había sacado 20 puntos al PP. La Agrupación Municipal requiere de autocrítica y reflexión porque ha desaprovechado un momento único para asaltar el consistorio de la capital. En líneas generales, el bipartidismo salva el envite de la atomización.

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