Bailando, se pasaron la noche bailando

Los almerienses Mindless estuvieron a la altura como teloneros de Fangoria manteniendo a la gente animada desde el principio Destacó la puesta en escena y la entrega del público

Celia S. Cañabate

19 de agosto 2013 - 01:00

Todo comenzó con el grupo almeriense Mindless como telonero. Fueron dignos compañeros de escenario ya que el público se animó muchísimo con ellos y se engancharon a su música electrónica desde el primer momento. Ambos grupos comparten productor, Juan Sueiro, y la colaboración para esta cita vino de la mano de la productora S-Doble-C que confió en los almerienses para esta ocasión. Mindless declararon a este periódico estar muy orgullosos de tocar con Fangoria: "Hemos crecido con ellos, escuchando sus canciones. Compartir su escenario es todo un honor".

Tras el buen sabor de boca que dejaron, la grabación de una voz robótica que recordaba el éxito del anterior disco de Fangoria comunicó a los asistentes el comienzo del espectáculo. Acto seguido Alaska entró pisando fuerte en el escenario como sólo ella sabe hacer. "Hola, somos Fangoria, nos encanta estar de vuelta en Almería y nos encanta tocar con otros grupos. Muchas gracias a Mindless" fué el saludo con el que la cantante se presentó al público, que estuvo entregado desde las primeras notas.

El escenario albergó un equilibrio entre las canciones más conocidas del grupo, que fueron las más vitoreadas, y las de discos más recientes.

Con el mítico A quién le importa, Alaska y sus fans eran uno. Desde los primeros acordes de la canción, el pabellón entero retumbaba con los saltos de la gente y el público casi se escuchaba más a sí mismo que al sonido de los altavoces con la primera frase del estribillo. La multitud se convirtió en una masa de manos al cielo clamando el himno a la libertad que permanece perenne en el tiempo desde los 80.

De los tiempos de Alaska y los Pegamoides destacó el hit Bailando del que tocaron una versión renovada que grabaron para su anterior recopilatorio.

Uno de los aspectos que más hicieron disfrutar al público fué la gran puesta en escena. Alaska tuvo una presencia majestuosa sobre las tablas que encantó a sus fans y la participación del cuarteto de bailarines dotaba al show de una espectacularidad a la altura de la creatividad de su música. Alternaron canciones con coreografías más elaboradas y arriesgadas con otras de presentación más sencilla pero que aún así no dejaron indiferente al público. Los más reseñables fueron, al comienzo del concierto, una coreografía en la que Alaska parecía mover a los bailarines a su antojo como si fueran marionetas, otra en la que hacían girar unas túnicas negras creando un efecto fantasmagórico y una en la que los dos chicos aparecieron con unas pelucas que eran dignas imitadoras de la melena negra que lucía Alaska, junto a las chicas que vestían llamativas ropas de colores que destacaban en comparación con el resto del vestuario que lucieron hasta ese momento. Esta combinación fue la elegida para la canción Dramas y Comedias, con la que el público aplaudió a rabiar. Tras este hit, Alaska se despidió lanzando un beso al aire y los asistentes temieron que ya hubiera llegado el final pero a los pocos minutos la iluminación volvió a acompasarse con la música y la artista salió de nuevo al escenario con el entusiasmo correspondiente de sus fans.

Los aplausos más largos vinieron con los temas Ni tú ni nadie, Cómo pudiste hacerme esto a mí,Retorciendo Palabras y con las nuevas Piensa en Positivo, Tormenta Solar.

La nota más entrañable de la noche vino cuando en el tema Absolutamente, Alaska cantó el nombre de la querida Sara Montiel a lo que el público respondió con un cariñoso aplauso.

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