Feria

Un desfile de altos vuelos

  • El Casco Histórico almeriense vivió con pasión un año más la diana de 'Gigantes y Cabezudos' El tradicional evento refuerza la unión y la simpatía de este barrio de la ciudad

J inetes árabes de tres metros de alto, gladiadores romanos cuyas dimensiones tapaban el sol si te acercabas a menos de dos metros de ellos, el Quijote y Dulcinea del Toboso, hiperbolizados, dando bandazos por la calle Real. Hubo de todo. Pero, lo más importante, junto a todos ellos, fue la alegría y fortaleza de barrios como el Casco Histórico y la Pescadería que se resisten a ser desposeídos de una tradición que alcanza ya casi medio siglo de vida en esta ciudad.

La Diana Gigantes y Cabezudos que este año organizaba por primera vez la Asociación, valga la redundancia, Gigantes y Cabezudos, tiene la química especial de esos eventos que consigan aglutinar a gente variopinta en torno a un elemento común que les cohesiona e identifica: el disfrute de la gente normal.

El horario tan intempestivo, más aún en jornada de fiestas municipales (más de uno se llevaría un susto en su cama al oír el estruendo de la cabalgata por su calle) no impidió que el recorrido llevado a cabo por estas figuras gigantes estuviera acompañado desde el primer momento de varias decenas de vecinos de la zona.

Daba igual que empezase a las ocho de la mañana. Los paisanos de la zona se levantaron antes de lo previsto y a algunos, incluido un servidor, les pasó factura por el alto ritmo vivido durante esta semana de festejos.

La 'procesión' estuvo ambientada por la Agrupación Musical San Indalecio, que puso la banda sonora a una mañana ya de por sí artística y alegre. El trayecto de la cabalgata permitió también una visita distinta a algunos de los lugares más emblemáticos de la zona Casco Histórico-Pescadería.

Saliendo de la calle Real, los cabezudos giraron hacia la calle Jover para hacer el primer parón en la Plaza Cristo de la Buena Muerte. Después, al llegar a la avenida del Mar, tomaron la dirección hacia Plaza Moscú y Calle Valdivia, para subir por la zona de la Joya hasta los pies de la Alcazaba. Una vez allí, la cabalgata descendió hasta la Plaza Pavia, donde se tomaron un merecido descanso para desayunar y seguir hasta la Almedina, zona de donde había partido la expedición.

El paseo duró dos horas casi exactas. Durante todo el transcurso del recorrido, los acompañantes no pararon de echarse fotos y de buscar los disfraces, las caretas y a los cabezudos para conseguir su tan ansiado documento gráfico.

Manolo Collado y Manuel López Jerez, organizadores del desfile y creadores de la asociación, cuentan que el principal objetivo es el de rescatar del olvido esta centenaria tradición.

Para llevar a cabo este cometido, reivindican que hay que promocionar el pasacalles y eso pasa por la promoción de este tipo de eventos. Los organizadores están deseosos de salir en más actividades culturales, como los carnavales o la Cabalgata de los Reyes Magos. A juzgar por la reacción de los niños, deberían acudir a esos actos sí o sí.

Por si fuera poco, el material usado durante la cabalgata es enteramente fabricado por los mismos que después visten los cabezudos y disfrutan del trayecto. Todo un trabajo de equipo que es merecedor de un reconocimiento a la altura del sacrificio de los que se implican en esta tarea.

Los fabricantes dejan horas de sueño, ocio y trabajo para conseguir mantener la ilusión de los niños por la cabalgata.

Manuel López Jerez afirma , en este sentido, que "este año no íbamos a desfilar, pero hemos metido presión a última hora y nos han dejado, porque no querían que lo hiciésemos", en referencia al área de Cultura, Educación y Tradiciones del Consistorio almeriense.

Por el momento, la tradición se mantiene como una actividad de los vecinos del Casco Histórico para los vecinos del mismo. Sin embargo, no quieren cerrarse ninguna puerta: "ojalá podamos ir por otros barrios. El horario tan tempranero es un problema, pero se puede hacer más tarde y no pasaría nada".

Lo que está claro es que por falta de ganas no va a ser y pelearan hasta que puedan conseguirlo. Conseguidlo, pero no dejéis nunca de pasar por este trayecto.

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