Agrupalmería se consolida en La Cañada y mantiene sus cifras

El balance de la primera campaña tras su retorno como sede central a La Cañada es positivo. Rosa Belmonte, gerente de Agrupalmería, afirma que el agricultor se ha adaptado perfectamente a las instalaciones, que, a pesar de estar en núcleo urbano, están acondicionadas para facilitar el tránsito de vehículos, pues gracias a un solar adjunto se evitan problemas con el tráfico y los productores descargan directamente a su muelle evitando colas.

Sin datos en firme, ya que las cifras de la última campaña no se han evaluado, pues la fecha de cierre fue ayer, las perspectivas se mantienen, y se prevé alcanzar el volumen comercializado en la temporada 2012-2013 que rondaba entre los 65 y 70 millones de kilos, mientras el número de agricultores colaboradores gira en torno al medio millar. En cuanto al futuro, Belmonte expone: "Esperamos continuar funcionando como este año que ha ido bastante bien y seguir incrementando la comercialización, así como abriendo líneas nuevas".

La subasta de la compañía es líder en la venta de tomate verde y raf, cuya producción gira en torno a los 35 millones de kilos. Ambas variedades son embajadoras de la marca Agrupalmería. La comercializadora continúa apostando por el tomate, su seña de identidad, sin descuidar el calabacín, el pepino, el pimiento, la berenjena, el melón y sandía. Para ello, reforzaba en esta última temporada el trabajo en sus centros de producción, haciendo hincapié en el de La Cañada, además de los de Níjar (centrado en tomate y calabacín) y El Solanillo (especializado en pimiento, pepino y berenjena) y Vícar (enfocado al tomate en rama).

Por lo que se refiere a la diversificación de productos y formatos, si hasta ahora Agrupalmería trabajaba fundamentalmente la subasta con venta diaria en cajas de plástico, esta pasada temporada ponía en marcha nuevas líneas de comercialización con diferentes formatos para adaptarse a las nuevas demandas tanto de los agricultores como de los mercados (tarrinas, cartón, mallas, etc.). Estas líneas de comercialización han permitido a la empresa adquirir más presencia en todos los mercados europeos.

La recta final de campaña agrícola ha estado marcada por una fuerte caída de los precios que ha afectado a todo el sector y para el arranque de ésta se añade otro inconveniente, el veto ruso. Este hecho, como al resto del campo almeriense, preocupa a Agrupalmería, que como otras firmas habían empezado a adentrarse en este mercado. "Al sector nos preocupa la situación con Rusia y cómo puede afectar a la oferta y a los precios de los productos a futuro", apuntaba Rosa Belmonte.