Alboraní Agrícola, abonos líquidos hechos a medida
Fertilización para el suelo
La empresa almeriense produce y distribuye desde Níjar sus productos para la fertilización del suelo. Las fórmulas están compuestas de las materias primas: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio
Decir que Almería es la huerta de Europa no es hablar de algo nuevo, decir que los agricultores almerienses producen alimentos de calidad ya sea tanto en convencional como en ecológico tampoco aporta novedad alguna, pero lo que quizás olvidamos algunas veces son las empresas que están detrás del agricultor que facilitan su trabajo y ayudan a conseguir los mejores productos. Alboraní Agrícola es una de ellas.
Situada en el municipio de Níjar está especializada en fertilizantes líquidos y ecológicos.
Es una empresa local pero cuenta con la experiencia de una multinacional en su sector. Es un negocio familiar que surgió gracias a la inquietud y la experiencia de Manuel Martínez. Él fue quien en 2014 decidió dar un paso al frente y junto con sus tres hijos constituyeron Alboraní Agrícola, aunque su experiencia en el mundo de la agricultura se remonta hasta el año 1984. Tras 30 años trabajando en diversas compañías y conociendo las necesidades de los agricultores decidió meterse de lleno en el mundo de los fertilizantes.
Ahora tras 8 años en el mercado, Alboraní Agrícola ha conseguido sus objetivos ampliando el número de clientes que solicitan sus servicios. Cuando echan la vista atrás están satisfechos de los logros alcanzados en tan poco tiempo y de las perspectivas positivas a las que se enfrentan y todo a pesar de este último año en el que el precio de las materias primas ha sufrido un alza inimaginable. “Ha sido un año complicado en el que los precios han experimentado una gran subida”, comenta Juan Carlos Martínez, uno de los fundadores y ahora director comercial.
Alboraní Agrícola comenzó su andadura con una nave alquilada, un remolque y una jaula de 1.000 litros de abono líquido. La empresa ha crecido en los últimos años hasta conseguir unas ventas de más de 12.000 toneladas de abono líquido, su especialidad. “Nosotros hacemos una solución única a medida. Compramos la materia prima (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio) y hacemos el abono líquido que necesita cada agricultor, dependiendo del tipo de agua que utiliza y del cultivo. Nos adaptamos a cada finca porque cada agricultor tiene unas necesidades particulares. Esta es nuestra apuesta tener productos de excelente calidad que acercamos a nuestros clientes de manera personalizada. No es igual el fertilizante que necesita una cosecha de tomate que el requerido por el pimiento. Además hay que analizar también el agua que se utiliza para el cultivo”, señala Juan Carlos Martínez y agrega que con esta solución a medida no se producen excesos de fertilizantes porque se aporta a la planta aquello que necesita.
Si en 2014 los primeros pasos los daban los cuatro miembros de la familia, Manuel Martínez con sus tres hijos (Manuel, Juan Carlos Y Mario) hoy día son una veintena de personas las que trabajan en Alboraní Agrícola y de un remolque y una jaula de 1.000 litros cuentan ya con 9 camiones que tienen una capacidad que va desde los 8.000 litros el más pequeño hasta los 24.000 el más grande. Sus primeros agricultores se encontraban en la Comarca de Níjar y ahora trabajan en toda la provincia de Almería, Granada, Málaga, Córdoba, Murcia y están abriendo mercado en Portugal y Marruecos.
Juan Carlos Martínez señala que en la empresa están “en continua investigación para conseguir la mayor eficiencia, comodidad y rentabilidad en las cosechas de los agricultores que confían en nosotros”. Apunta, además, que entre sus productos cuentan con soluciones técnicas para fertirriego que logran una óptima producción en situaciones de estrés climático y en cultivos intensivos o aquellos de gran asimilación foliar que incrementan tanto la calidad como la cantidad de la cosecha.
Juan Carlos Martínez no duda en afirmar que su apuesta es decidida por conseguir una nutrición 100% personalizada de las cosechas de los agricultores. “Nosotros tenemos una apuesta clara y decidida por conseguir la total confianza de nuestros clientes. Trabajamos como una multinacional porque nuestros productos son de una excelente calidad pero a la vez somos una empresa local en la que los agricultores pueden llamarnos y saben que acudiremos de inmediato y resolveremos cualquier tipo de problema o de duda que le pueda surgir. Nuestros teléfonos siempre están abiertos para dar una solución a las peticiones que nos hacen constantemente. Esa confianza la hemos conseguido a base de hacer un buen trabajo primero en la Comarca de Níjar y ahora allá donde nos llaman”.
Biofumigación y regenerador del suelo
El equipo de Alboraní Agrícola, comenta Juan Carlos Martínez, realiza trabajos constantes de investigación para poder ir mejorando la agricultura almeriense. Gracias a esos estudios ha lanzado este verano de 2022 su programa de “Biofumigación, regenerador del suelo”. Se pretende que con un menor coste para el agricultor se limpie la tierra y a su vez se prepare de manera eficaz para la próxima cosecha. Se trata de una lucha biológica en el suelo, dividida en dos partes.
Por un lado se aplica un producto que limpia el suelo y con otro se regenera. Desde la empresa se señala que la biofumigación es una técnica biológica natural realizada con materia orgánica vegetal concentrada que expuesta a altas temperaturas en invernadero y llevado previamente el suelo a capacidad de campo, genera una situación de ausencia de oxígeno o anaerobiosis. Este proceso de biofumigación se realiza con el suelo sellado con plástico transparente, los gases que se producen eliminan patógenos de suelo como hongos, bacterias y nematodos y mejora el nivel de microorganismos en el suelo. Transcurridas cuatro semanas desde la aplicación del primer producto, se aplica una segunda formulación que lo que hace es que durante 15 días se produzca un aumento de la microflora y microfauna del suelo.
Consiguiendo hacer un desplazamiento del nicho ecológico de patógenos y afianzar el nicho ecológico de agentes buenos para el suelo. “No sólo se trata de desinfectar el suelo sino también de regenerarlo. Es un proceso con productos que se puede utilizar tanto en cultivos convencionales como ecológicos”, concluye Juan Carlos Martínez.
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