"Almería no se conforma con la dificultad y quiere seguir adelante"

Casada, Ingeniero de Caminos y E-MBA por el Instituto San Telmo (promoción undécima), la granadina Marisa Martínez ejerció la ingeniería durante 8 años, trabajando primero en Madrid (Eptisa) y posteriormente en Málaga (Cemosa). Años más tarde cursó el programa Master en Sevilla (única sede en ese momento) compatibilizándolo con el trabajo. Hace 5 años se incorporó al Instituto Internacional San Telmo donde ha sido directora ejecutiva tanto del Programa Intensivo de Dirección de Empresas, PIDE como del E-MBA.

Actualmente, es la directora de los Programas de Formación (E-MBA y PIDE) en Málaga.

-El Instituto basa su metodología en el método del caso, ¿considera que existen muchos conocimientos teóricos pero pocos prácticos?

-La gestión y la dirección no son disciplinas técnicas, ni exactas. No hay recetas universales. La única forma de aprender a gestionar y dirigir mejor es ejerciendo y ganando experiencia. Por eso, en San Telmo, elegimos el método del caso, que trabaja el proceso de toma de decisiones para adquirir criterio y fomentar el sentido común. Tratamos de trasladar conocimientos, pero sobre todo, queremos que los participantes se pongan en la posición del directivo, que decida y razone cada decisión y que comparta su aproximación al problema con otras personas de perfil similar y vivencias complementarias, para adquirir amplitud de miras y al mismo tiempo, rigor en el análisis.

-Recientemente han presentado en Almería el Programa Master en Economía y Dirección de Empresas y su Programa Intensivo de Dirección de Empresas (PIDE), ¿qué alternativas oferta respecto a otras acciones formativas?

-Son varias las diferencias. En primer lugar, frente a un enfoque local, proponemos otro mucho más amplio, con participantes, sectores, casos, profesores y materias de nuestro entorno, pero también globales. Consideramos que un foco excesivo en una provincia puede empobrecer la visión que se genera en el directivo o futuro directivo. En segundo lugar, destacaría la vocación de San Telmo de formar a personas de vértice y referencia en el sur de España y que se traduce en la importancia de asignaturas como Política de Empresa (estrategia y dirección general), Economía, Internacionalización o Creación de empresas, con un peso importante en los programas, frente a otras opciones formativas dónde se concentra la visión en temas más operativos y funcionales, fundamentalmente comerciales. Una tercera diferencia radica en la selección de los perfiles. El funcionar con un mayor radio de acción, nos permite ser más selectivos con las personas que entran a formar parte de nuestros programas y a los que tenemos que garantizar que, efectivamente, si cumplen los requisitos de admisión y superan las evaluaciones deben notar un cambio importante en su concepción de la empresa y de sus tareas, que les permita efectivamente asumir puestos de mayor responsabilizar y hacerlo con garantía de éxito. Y no puedo dejar de mencionar una última diferencia. San Telmo es la Escuela de Negocio española que mayor nivel de penetración tiene en su ámbito natural, que es actualmente Andalucía y Extremadura, (aunque nuestra oferta formativa excede este territorio). Cursar un programa de larga duración en San Telmo es la puerta de acceso a una formación permanente y a una red de relaciones que son dos claves básicas que un directivo de futuro debe tener presente y sólo una escuela con vocación de continuidad en la zona y un alto número de antiguos alumnos (más de 6.500 actualmente), puede garantizar ambas cosas.

-De Almería dicen que es tierra de emprendedores, ¿por qué muchas de las buenas ideas se quedan sólo en eso?

-¡También hay muchas buenas ideas que terminan en buenos proyectos! Efectivamente, Almería es una provincia emprendedora y además, yo añadiría dinámica y flexible. Es cierto que está sufriendo más la crisis por haber apostado fuerte por alguno de los sectores más dañados, pero también creo que será uno de los lugares de los que resurjan con más fuerza, porque siempre hay muchas, buenas e innovadoras ideas. Pero es cierto que las ideas son sólo la primera fase del proceso de generación de riqueza, que es lo que nos interesa. A las ideas les tienen que seguir planes de viabilidad (contrastar que realmente el negocio es tan bueno como parecía) y empuje, mucho trabajo y compromiso de personas con la mejor preparación posible, además de una necesaria dosis de suerte, no nos olvidemos. .

-La situación económica actual puede verse como una oportunidad para muchos, pero para otros, la falta de dinero frena sus proyectos, ¿qué puede hacerse ante este panorama?

-Evidentemente, las cosas son ahora más difíciles de lo que lo eran hace 3 ó 5 años. Pero para los buenos emprendedores y para los buenos proyectos, siempre hay recursos disponibles. Tengo la suerte de conocer a muchos empresarios consolidados que se acercan a San Telmo y cuando les he preguntado por sus orígenes y cómo sacaron sus ideas adelante…, no he encontrado aún ninguna historia exenta de muchas dificultades y momentos delicados.

-La formación y la alta cualificación, ¿pueden ser claves para el ansiado cambio de modelo productivo una vez que se salga del 'atolladero'?

-A todos los niveles. En el futuro vamos a tener que trabajar mejor si queremos tener éxito y amplitud de miras, porque no debemos olvidarnos de que ya competimos con el mundo. No sólo porque cada vez se sale más fuera, sino también porque cada vez hay más empresas extranjeras compitiendo en España. Y la preparación es algo que no se improvisa. Ya debemos estar pensando en qué vamos a necesitar y a qué nos vamos a dedicar dentro de 3 ó 5 años.

-¿Qué expectativas tienen en Almería de cara a los potenciales interesados en el programa presentado? ¿Ya tienen solicitudes?

-Ya hemos recibido las primeras solicitudes y están en marcha los respectivos procesos de admisión. Este año además, hemos detectado un especial interés en Almería. Alcanzamos una cifra histórica en la presentación tanto en número de inscritos como de asistentes. Percibimos inquietud y dinamismo en la provincia y es la mejor señal de que Almería no se conforma con la dificultad de momento, sino que quiere salir adelante. Por nuestra parte, esperamos que eso se traduzca en un "comando Indalo", (como llamamos cariñosamente al grupo de participante que cada año se desplazan desde allí para cursar nuestros programas), numeroso y muy motivado.