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El mes de abril será el punto de partida de un proyecto que promete dar de qué hablar: la construcción del primer centro integral de Europa para el cultivo intensivo de pulpo en Carboneras. Los responsables del mismo mantuvieron una reunión con el delegado provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca, Juan Deus, el pasado mes de octubre para presentarle el proyecto, y ya están ultimando los preparativos para el inicio de las obras durante la próxima primavera .
Se trata de una apuesta innovadora. La nueva granja supondrá un paso más en el sector encaminado esta vez a la diversificación de productos, ya que hasta ahora el cultivo de peces en Almería se ha reducido a unas pocas especies (dorada y lubina, sobre todo), que han dado, sin embargo, cifras más que positivas. Con 1,7 millones de kilogramos, la provincia contabiliza más del 26% de la producción andaluza.
El proyecto, impulsado por la empresa promotora Esencia de Pulpo S.L. y el equipo redactores Aquasystemas, Acuicultura y Medio Ambiente, cuenta con una inversión inicial de 29,2 millones de euros para la primera fase, durante la cual se acometerán las obras de las instalaciones, así como el desarrollo de la línea de producción, dividida en tres segmentos: Baby-octopus, (variedad que oscila entre los 10 y 30 gramos) en formato vivo; Baby-octopus para congelado; y pulpo grande (menos de 1,8 kilogramos) en versión fresca y congelada.
La variedad que se cultivará en las futuras instalaciones de Carboneras es muy similar al pulpo autóctono (Octopus vulgaris), con la diferencia de que su reproducción y cría es técnicamente viable para desarrollar un proyecto empresarial.
Una vez en marcha la planta, la empresa dará trabajo a 20 personas de manera directa, aunque se estima que que la creación de empleos indirectos ascienda a 80 entre labores de transporte, servicios, preparación y procesado del producto, y comercialización.
La idea de este vivero es fruto de un estudio previo en aguas del Mediterráneo. Inicialmente se realizaron ensayos en distintos lugares para ver en qué áreas se adaptaba mejor el producto. Fue una tarea ardua porque la cría de pulpo requiere una serie de características específicas en cuanto a temperatura o salinidad, entre otras. "Hicimos 21 muestreos", explica uno de los promotores, Alejandro Dávila, "y vimos que donde se adaptaba mejor la especie es en Almería, porque aquí casi no tenemos que aumentar la temperatura del agua ni aditivarla con sal".
La planta de cultivo se emplazará en tierra y tendrá una capacidad máxima de 1.500 toneladas. Está constituida por un novedoso sistema de recirculación de agua y tratamiento de los vertidos que asegura un impacto muy bajo sobre los cuerpos de agua e impide la liberación de gametos, juveniles o adultos, de la especie introducida.
El circuito de cultivo está compuesto por cuatro áreas principales: nave hatchery (para la producción de semillas de pulpo, en la que se completa la fase de preengorge y engorde); nave de pre-engorde y engorde (destinada a producir ejemplares de talla comercial); nave de transformación y empaque (donde se realiza la selección, gestión de stock y empaque de producto terminado); y sistema de recirculación y tratamiento de agua.
Entre las particularidades de las instalaciones se destaca un complejo sistema de recirculación de agua. Se trata de un set de etapas donde se recupera la calidad del agua para su reutilización. La capacidad nominal mínima del sistema permitirá como mínimo recircular el 70% del caudal, alcanzando un valor óptimo entorno al 92% del caudal, pudiendo trabajar incluso a un 100%. La secuencia de filtración se separa en las siguientes etapas: filtración primaria (se realiza de manera mecánica, con filtros rotatorios, fraccionadores de espuma asistidos con aire y ozono); filtración secundaria (consiste en la eliminación de los desechos metabólicos generados en cultivo y filtros de CO2); filtro UV y recuperación química (desinfección del agua y acondicionamiento de la capacidad química y ph del agua, junto a la saturación de gases); piscina de digestión bentónica (recibe los desechos líquidos generados por los procesos de filtración primaria y secundaria en una cancha provista de un lecho donde se mantienen poliquetos marinos con salida comercial para que consuman estos desechos); y piscina de filtros verdes (el vertido de la planta sale posteriormente a la filtración primaria). El exceso de biomasa producida por este último filtro podrá ser utilizado en la alimentación de abalones o bien para alimentar las poblaciones de poliquetos de la piscina de gestión bentónica, es decir, de la fase anterior a la piscina verde.
Después de haber conquistado por méritos propios un lugar privilegiado en el sector agrícola, la acuicultura almeriense se prefigura como una de las apuestas más sólidas en lo que a materia económica se refiere.
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