Aqualia, a través de su filial Servicios Hídricos Agricultura y Ciudad SL, presentaba en enero del pasado año el proyecto de puesta en marcha de la rebautizada como desaladora Mar de Alborán, en Cabo de Gata, con la previsión de empezar a suministrar agua desalada a principios del presente año, si bien a finales del ejercicio, al informar de los avances de la iniciativa, la estimación para el arranque de la producción con un bastidor de los primeros 5 hectómetros cúbicos de agua se posponía a verano, para a partir de ahí ir, progresivamente, aumentando la producción hasta alcanzar la capacidad máxima de la planta en 2023, año también para el que tiene planificada la planta de energía renovable que contempla el proyecto, concretamente en el último trimestre de 2023.

Esta infraestructura, como otras obras así como el resto de sectores, no ha estado ajena a los obstáculos de los dos últimos cursos como la pandemia o la escasez de materiales y problemas logísticos; si bien, la compañía no escatima en esfuerzos para que Mar de Alborán sea una realidad; una instalación demandada por el campo con capacidad de producción y distribución de 20 hectómetros cúbicos de agua desalada al año, para regar más de 3.000 hectáreas de Almería capital y Níjar, una zona falta de agua.

De acuerdo a la información trasladada por la empresa, a pesar de todos los contratiempos, la puesta en marcha inicial de la desaladora se prevé para septiembre de este año, mientras que para la primavera del año próximo se espera que esté a pleno rendimiento. Aqualia incide en que se está trabajando intensamente para cumplir dicho objetivo y detalla factores que han interferido en la reforma y mejora de la instalación, así la COVID-19 -que ha condicionado los trabajos-, la complejidad en la tramitación de permisos, el paro del transporte, la escasez de determinados materiales y la subida de precios.

El objetivo de la compañía, como mantuvo en la presentación del proyecto es aportar más agua para todos, a un precio razonable y de manera respetuosa con el medioambiente a través de una gestión transparente; eficiente, dado que se contará con las últimas tecnologías en desalación y aprovechamiento de energías alternativas, “convirtiendo Almería en un punto de referencia mundial”, según apuntaba José Colomina, director de la delegación de Aqualia en Almería.