Crisara, un modelo de gestión integral sostenible en la comarca

Hace ya muchos años que la agricultura de Almería es un ejemplo para todo el mundo por su modelo de gestión del agua. Si en la agricultura intensiva se saca provecho hasta a una gota de humedad, en la extensiva mucho más. Y en Crisara bien lo saben. Por eso, en la empresa de Chirivel están en continúa investigación y desarrollando productos y técnicas de gestión del suelo para la resistencia de las plantas frente al cambio climático, principalmente en almendras y pistachos.

“Estamos trabajando en un proyecto con Tecnova. Hemos solicitado un operativo en el estudio de la implementación de las nuevas variedades de almedro frente a las distintas condiciones de sequía. Qué variedad y patrón resiste más. Nuestra segunda línea hace referencia al material polímetro, compost o pellet, qué materias orgánicas podemos aplicar que retengan más el agua que cae de lluvia. Y en la tercera trabajamos en sistemas de gestión del suelo (cubiertas vegetales, curvas de nivel, restos de poda...) para que el agua de lluvia se quede más en el suelo”, destacaba Cristóbal Aránega, director general de Crisara a Diario de Almería.

Esto se debe a que en la Comarca de los Vélez cada vez trabajan en unas condiciones climáticas más limitantes, cada vez con menos lluvia y por tanto, con menos agua. “En Crisara somos expertos en producir en secano extremo. Queremos avanzar para que frente al cambio climático, podamos producir en unas condiciones dignas y con una huella de carbono mínima. Varios productos nuestros trabajan en esta línea, en ayudar a mejorar las condiciones agronómicas del cultivo”, decía.

Terracultura es un referente perfecto para exponer su modelo de gestión integral sostenible, puesto que será miles de visitantes los que acudan desde hoy a Chirivel. “La feria representa todo ese sistema rural, esa economía agraria, un modelo de gestión integral sostenible, que Crisara a partir de Chirivel está implementando en otras comunidades Castilla la Mancha, Extremadura, Cataluña o incluso Francia. Está teniendo un gran éxito, sobre todo ahora que la sociedad está tan sensibilizada con el cambio climático”, y que aprecia el trabajo de empresas como Crisara, que desarrollan en su I+D+I técnicas para reducir la huella de carbono: “Mientras una almendra americana, sobre todo de la zona de California emite una huella de carbono de 2,5, nosotros estamos en -1,40. En otras cosas, nosotros usamos la cáscara como combustible no fósil”, apuntaba Aránega.

“Es muy importante alimentar al mundo con productos sanos y que, además, no consumamos recursos del planeta. Por encima de la maquinaria y de la gran exposición de la empresa auxiliar, nuestras empresas familiares, nuestros minifundios, nuestra agricultura de interior representan un beneficio social y un beneficio medio ambiental”, finalizaba el director general de la empresa almeriense.