Finanzas

El Internet de las cosas, el Big Data y la 'Nube', realidades en la agricultura

  • Las tecnologías que afectarán al modo de vida también pueden ser disruptoras en el agro

Demostración con drones para recoger información de un suelo.

Demostración con drones para recoger información de un suelo. / diario de almería

Las nuevas tecnologías ya son patentes en el sector agroalimentario, desde su ámbito más primario hasta los procesos que siguen las empresas comercializadoras para dar valor añadido a los productos de cara a su consumo. David Uclés, director del Servicio de Estudios Agroalimentarios del Grupo Cajamar, conoce bien los derroteros a los que se tiene que adaptar el principal motor económico de la provincia de Almería para seguir siendo un referente en el continente, asegurando que existe un número muy elevado de tecnologías de gran impacto a nivel general en la sociedad que también tendrán previsiblemente un fuerte efecto transformador en el sector agroalimentario.

Según Uclés, hay tres fuentes principales que se han preocupado por catalogarla estas nuevas tecnologías. "Una publicación sobre la industria 4.0 en la wikipedia, un documento de la consultora McKinsey y un par de publicaciones del Parlamento Europeo. En total, un conjunto diverso de 31 tecnologías potencialmente disruptoras. Entre ellas hay alguna que directamente aplican sobre la agricultura, por lo que no es sorprendente que luego aparezcan entre las de mayor impacto sobre el sector agroalimentario. Así, la agricultura de precisión, los sistemas acuapónicos y los nuevos usos de la madera estarían entre los de impacto directo en la agricultura".

Parece haber un mayor consenso sobre el potencial rompedor de algunas en concreto. Estas son el Internet de las cosas (IoT), el BigData, la computación en la nube (cloud), los robots autónomos, la genómica de nueva generación, los vehículos autónomos, los materiales avanzados, la impresión 3D y el almacenamiento energético. "El papel de algunas de estas tecnologías en el sector agroalimentario es cada vez más evidente. El IoT, por ejemplo, es una de las bases de la agricultura de precisión, y se ha convertido, junto con el BigData, en uno de los soportes principales para la toma de decisiones automatizadas en el campo, y más allá, a lo largo de la cadena de distribución que acerca los productos frescos o procesados a los consumidores. Respecto a la nube, conlleva el abaratamiento y la universalidad de la gestión de ingentes cantidades de datos. Datos que, por otra parte, son la materia prima de miles de empresas dedicadas a dar servicio a agricultores y ganaderos a través de apps móviles o de sobremesa. Otro ejemplo, los robots autónomos ya tienen una fuerte implantación en la logística de la cadena, pero su presencia va a ser cada vez más numerosa en el campo (en la medida que sean más competitivos con respecto a la mano de obra). Pero es que si consideramos que los tractores de conducción autónoma son en realidad robots, ya no estaríamos hablando de futuro, sino del más prosaico presente".

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