La Asociación La Chanca Pescadería a Mucha Honra volvió a celebrar ayer una visita guiada al Puerto Pesquero y la Lonja de Almería, enmarcada dentro del programa ‘Almería Marinera’ que se celebra por tercer año consecutivo, que además de promocionar la actividad pesquera de la capital, pretende poner en valor, y de cierta manera reivindicar el papel de este barrio almeriense tanto en la historia como en el desarrollo del sector pesquero en la capital.

Un pequeño grupo de curiosos se había reunido a las cinco y media de la tarde, en el ya emblemático bar Los Sobrinos que se encuentra en las inmediaciones de La Chanca- Pescadería y el Puerto Pesquero, coincidiendo justamente con la hora en la que empezaba la actividad en la Lonja de Almería, y que conocerían de la mano de José Campoy.

A esta hora atracaban en el puerto los barcos pesqueros que habían partido a las cinco y media de la mañana para llevar a cabo la captura del día, a la vez que coincidían con las embarcaciones que se aventuraron en el mar a altas horas de la madrugada- a las tres y media- y que salían del puerto con el objetivo de capturar la mayor cantidad posible de gambas. “La pesca de hoy ha sido buena”, comentaba uno de los pescadores mientras descargaba la captura del barco.

A pesar de haber dejado atrás el trabajo duro en la mar, todavía quedaba mucho para terminar la jornada. Una vez recogidas las redes, tocaba clasificar la captura, sobre todo si se trataba de gambas y cigalas, que dependiendo de su tamaño y condiciones se les otorgarían las categorías 1, para las más grandes; 2, para las de menor tamaño, aunque igual de apetecibles; 3, para las más pequeñas; y 4, para las más pequeñas y con desperfectos.

“La pesca de hoy ha sido buena”

Una vez clasificado el pescado, llegaba la hora de la subasta. Cada barco tenía un turno para sacar a relucir y vender su captura- algo que antaño se hacía por orden de llegada- . Ante los atentos ojos de los pujantes, toda la pesca se deslizaba en cajas a lo largo de una cinta, donde los compradores tenían la oportunidad de valorar por unos segundos qué precio estarían dispuestos a pagar por el pescado del día que al día siguiente ofrecerían a sus clientes.

Pese al bullicio del lugar, José Campoy que había sido pescador durante gran parte de su vida, lamenta la crisis que atraviesa el sector pesquero. “Cada vez hay menos barcos. Hace unos 20 o 25 años, podría haber perfectamente unos 200 barcos y ahora no se alcanza ni la mitad de esta cifra”, comentaba Campoy. Este hecho, además, ha reducido considerablemente el número de marineros, teniendo en cuenta que anteriormente la media se situaba en unos 10 marineros por embarcación.

Asimismo, el antiguo pescador no quiso perder la oportunidad de destacar la gran labor que realizan los pescadores en el mar, no solo haciendo posible que en España se consuma pescado fresco todos los días, sino la limpieza que realizan cada día de forma desinteresada, liberando de esta manera el mar de todo aquello que lo daña. “Los pescadores son los que mejor cuidan el mar”, sentenció.