Entre las muchas causas por las que los agricultores se están manifestando insistentemente en las últimas semanas, la más evidente es la competencia desleal de terceros países, cuyo producto atraviesa las fronteras de la Unión Europea con unos requisitos mucho más laxos que los que tienen que afrontar los productores españoles.

Esto, por ejemplo, ha provocado que en los últimos cinco años España haya perdido preponderancia como proveedor de tomate a la Unión Europea en beneficio de Marruecos, según un informe elaborado por Hortoinfo con datos procedentes del servicio estadístico Euroestacom (ICEX-Eurostat). Según este informe, los productores españoles (con el campo almeriense a la cabeza) han perdido una importante cuota de mercado comunitaria (-25,2%), lo que le habría llevado al tercer puesto por detrás de Holanda y de Marruecos. Precisamente las ventas holandesas también bajan (-18’62%), mientras que el crecimiento que experimentan Marruecos (18,86%) y sobre todo Turquía (147,28%) demuestran la facilidad con la que está entrando productos de terceros países.

Esta evidente falta de igualdad es lo que más está encendiendo a los agricultores españoles, que por ejemplo en una concentración en el Puerto de Motril mostraron su enfado arrojando tomates al suelo y mostrando pancartas de queja contra las desigualdades en los controles sanitarios que se exigen a la hortaliza y la fruta comunitaria y a la foránea. Por eso, además de una mayor agilidad en los procesos administrativos, también se exige la aplicación de las cláusulas espejo.

Mientras que no se aplica y la PAC es un carga para los agricultores españoles, se observa una tendencia al alza de terceros países y un retroceso nacional. Según el informe de Hortoinfo, España ha perdido en los últimos cinco años unas ventas de 155,85 millones de kilos (Holanda, -148,92), mientras que Marruecos ha crecido en 78,06 millones de kilos, hasta alcanzar un volumen de 491,91.