El Puerto busca dar con la tecla al envío de hortalizas por barco

El presidente de la Autoridad Portuaria propicia reuniones de trabajo entre representantes de comercializadoras agrícolas y del sector de la logística con grandes supermercados europeos

El presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Caicedo, durante un encuentro de trabajo con empresarios del sector agrícola y logístico de la provincia de Almería.
Elio Sancho

25 de julio 2019 - 05:01

Almería lleva a sus espaldas infinidad de proyectos intentando impulsar el barco como alternativa real al camión para el envío de frutas y hortalizas al exterior, aprovechando que la tasa de exportación del sector hortofrutícola almeriense supera el 70% en los últimos años.

Sin embargo, ninguna de estas iniciativas, sea cual sea el puerto de destino elegido o la fórmula logística empleada para su puesta en marcha, ha terminado de tomar cuerpo de forma definitiva, pues el sector agrícola suele ser un colectivo conservador a la hora de tomar sus decisiones al hacer los negocios y se basa, fundamentalmente, en la premisa de que si algo funciona bien, no necesita modificarse.

A pesar de ello, desde la Autoridad Portuaria de Almería se sigue trabajando sin descanso para conseguir este objetivo, a sabiendas de que el vecino del sur, Marruecos, lleva ventaja a Almería en este sentido y, además de contar con una mano de obra más barata para poducir sus productos hortofrutícolas, lleva tiempo exportando por vía marítima con éxito, ajustando los costes de su logística para continuar siendo muy competitivo frente al agro almeriense.

En este sentido, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Caicedo, está propiciando una serie de reuniones con todos los agentes empresariales que, de una u otra forma, tienen algo que decir y decidir a propósito del proyecto de un servicio marítimo regular de transporte de frutas y hortalizas entre los puertos de Almería y Sète (Francia), y desde dicho puerto francés, distribuir la mercancía por los mercados de toda Europa.

Con el objetivo de que dicho proyecto, heredado de su predecesora en el cargo, Mari Carmen Ortiz, se pueda poner en marcha cuanto antes, desde hace unas semanas se están intensificando los encuentros con directivos de empresas comercializadoras hortofrutícolas y con asociaciones como Coexphal, reuniones en las que también participan de forma activa agentes de las consignatarias de buques que operan en el Puerto de Almería –Ronco & Cia. y López Guillén-, así como de la empresa de transportes y logística JCarrión. En cualquier caso, según han precisado los participantes en estos encuentros, el proyecto está abierto a todas las empresas agrícolas y de transportes que tengan interés en sumarse a él.

En este sentido, las reuniones se han abierto a representantes de cadenas europeas de supermercados, ya que la intención es implicar en el proyecto a la gran distribución que comercializa productos de Almería, y que en última instancia es la receptora de los productos frescos.

Según Jesús Caicedo, que ha reconocido la buena predisposición que están mostrando todas las partes, ha precisado que el objetivo es lograr el compromiso formal de los agentes implicados –incluidos los grandes grupos logísticos-, “para que el proyecto se ponga en marcha a lo largo de la campaña hortofrutícola 2019-2020”.

Proyecto FFVL

El proyecto –denominado Fresh Fruit And Vegetables Logistics (FFVL)- tiene por objetivo poner en marcha un servicio de transporte intermodal para la distribución por Europa de frutas y verduras desde el sureste español. Contempla que una parte del recorrido, que actualmente se realiza por carretera, se desarrolle por vía marítima, sin que la combinación camión-barco que se plantea afecte a los periodos de entrega de las mercancías en los mercados de Centroeuropa y Europa del Norte.

El FFVL consiste en el establecimiento de un servicio regular de dos relaciones por semana entre los puertos de Almería y Sète. Para dicho servicio se contará con un buque tipo ro-ro con capacidad para 100 semirremolques frigoríficos. El hecho de que buena parte del recorrido –unos 1.200 kilómetros- se realice por vía marítima, traerá consigo una serie de ventajas para las empresas que utilicen este modelo de transporte intermodal. Y es que, además de ser competitivo, es también un servicio de transporte más sostenible -por su contribución a la reducción de la huella de carbono-, algo que es cada vez más valorado por los consumidores y que la Unión Europea contempla en su normativa.

El uso de la vía marítima reduciría las emisiones de CO2, según los expertos

Son numerosas las ventajas del uso del barco para el envío de frutas y hortalizas almerienses hasta los mercados de destino. No sólo para reducir la dependencia, casi absoluta, que históricamente existe respecto al transporte por carretera, pues en la actualidad, la exportación hortofrutícola almeriense se lleva a cabo a través del camión en un 95% de los más de 2,5 millones de toneladas que se exportan desde la provincia.

A ello se suman los factores externos, como ha ocurrido en la actual campaña hortofrutícola con las movilizaciones de los ‘chalecos amarillos’ franceses registradas a finales del año pasado, justo en uno de los momentos álgidos de la exportación agroalimentaria almeriense, y que sirvieron para demostrar, una vez más, esa gran dependencia que tiene la agricultura almeriense del transporte de mercancías por carretera. Durante varios días, las frutas y verduras que partían desde Almería hasta el continente europeo, principal comprador de la huerta almeriense, se vieron frenadas en la frontera francesa, lo que provocó grandes pérdidas económicas, debido al retraso en la llegada a destino de los pedidos, con los consiguientes daños en la mercancía, al tratarse de un producto perecedero. También las protestas que, casi sistemáticamente, llevan a cabo los agricultores franceses en la frontera con España, cada vez que quieren protestar y manifestarse por algo de lo que no están de acuerdo. Para ello, su modus operandi consiste en parar los camiones españoles cargados de verdura para tirarla al suelo. Y siempre, ante la pasividad de los gendarmes franceses, lo que se traduce en pérdidas económicas y en explicaciones que hay que dar ante el cliente, al que no le llega la mercancía a tiempo en destino.

Además, hay que unir los efectos negativos que tiene el transporte por carretera sobre el medio ambiente y su repercusión en la huella de carbono para la producción almeriense, un factor que muchos consumidores y, sobre todo, la gran distribución europea, ya está teniendo en cuenta a la hora de tomar sus decisiones de compra y que con los envíos en barco se vería notablemente reducido, según destacan los expertos en logística.

Además, las condiciones meteorológicas invernales, que cada año provocan retrasos y pérdidas por las nevadas y cortes de carretera en el centro y el norte de Europa, pasarían a un segundo plano o, al menos, se minimizarían, si el agro almeriense apostase, de una vez por todas, por diversificar el envío de productos hortofrutícolas.

En este contexto, la intermodalidad, es una herramienta clave para poder cumplir el Acuerdo del Clima previsto por Europa, que prevé reducir un 30% las emisiones del sector del transporte.

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