El Tratado Transatlántico, un ataque al mercado nacional
El pacto entre Europa y Estados Unidos dará el poder a las grandes empresas
El partido político EQUO Almería organizó una charla dentro de sus instalaciones para informar de las graves consecuencias que puede traer la firma del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre Europa y Estados Unidos. La cita estuvo guiada por Iñaki Colorado, perteneciente al Grupo de Trabajo y miembro del conjunto de expertos en contra de este tratado, para informar ante una veintena de asistentes de todas las pautas llevadas a cabo, así como los problemas que atravesarán nuestras empresas de hacerse oficial este pacto.
Para romper la hegemonía de comercio a nivel mundial, se hace frente a las empresas emergentes mediante la fusión de las verdaderas potencias del mercado. El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones es un tratado de Libre Comercio, no es el único, aunque sí tiene unas características que lo diferencia de los que hasta ahora se han firmado. La cualidad común de todos los tratados es, sin duda, la de abogar por la extinción de aranceles en el comercio entre varios países, algo que cuando se lleva a cabo en la realidad oculta otros fines menos bondadosos y positivos, puesto que suponen cambios profundos en los marcos legales nacionales y en las posibilidades reales de crecimiento o de desarrollo en los países más débiles. "Con este pacto, lo que se pretende es beneficiar a las organizaciones transatlánticas y fastidiar a las procedentes de cada nación", afirmó Iñaki.
Sin duda, esta unión entre Europa y Estados Unidos ya está muy avanzada, tal es la situación que se han realizado seis rondas por diferentes puntos de Europa sin dar detalle alguno, todo ha ido evolucionando con un preocupante misterio. Con el TTIP se realiza un estudio de las diferentes normativas de cada continente y luego se eligen aquellas que sean más permisivas. Por ejemplo, en la sanidad europea si un producto transmite alguna enfermedad no se comercializa, en cambio en Estados Unidos seguiría en el mercado hasta que alguien demostrase lo contrario. Un dilema que se saldará con la sorprendente elección de la normativa americana por ser más flexible que la europea. "Siempre se queda la más laxa, desfavoreciendo a los ciudadanos", criticó Colorado.
El principal objetivo de este partido es "divulgarlo al máximo", ya que las empresas nacionales estarán afectadas, los políticos no podrán crear leyes que debiliten los beneficios de las grandes empresas, puesto que el pacto tiene una vigencia de treinta años y las cifras a pagar por España rondarían los 3.000 millones de euros. Un nuevo mundo gobernado por las imperiosas empresas.
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