El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno a la ampliación del Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera, en las Islas Baleares, convirtiéndose en el mayor parque nacional marino del Mediterráneo occidental debido a la ampliación de su territorio, que pasará de las 10.000 a las 90.000 hectáreas protegidas. Carbopesca considera esta acción “un atropello a los derechos de los pescadores”, de acuerdo a las palabras de su gerente, Pedro Hernández.
Según la flota carbornera, la forma de proceder a la ampliación de este parque debería haber sido de acuerdo al procedimiento para la declaración de un nuevo parque natural, para ello, según señalaba Hernández recientemente, debía haber existido un análisis socioeconómico de los municipios afectados y de su contexto; así no lo hay de Carboneras. Carbopesca insiste en que “se han cambiado los límites teniendo en cuenta sólo al sector pesquero balear y esto vulnera el principio de igualdad”, así ni la flota de palangre de superficie del Mediterráneo ni la que captura camarón con nasas, ni siquiera las administraciones públicas como la Junta de Andalucía o la Generalitat Valenciana a través de sus direcciones generales de pesca han sido consultadas.
Para el sector pesquero almeriense, que ha recibido en su posición y alegaciones el respaldo de Cepesca, la ampliación es excesiva y además afectaría a la pesca de palangre que se llevase a cabo fuera de la zona. Así queda restringida la pesca artesanal profesional y se limita la actividad para la pesca de palangre de superficie a unas determinadas embarcaciones así como el número de jornadas de pesca anuales. “Estamos totalmente disconformes puesto se que trata de un arte sumamente selectivo”, decía Hernández, quien proponía una alternativa como el acceso a la zona de los buques incluidos en el censo de palangre de superficie del caladero mediterráneo.
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