El campo almeriense se planta: "Marruecos cuela en la UE tomate cultivado en el Sahara"
El Parlamento Europeo aborda el Acuerdo con Marruecos y las sentencias sobre el Sahara
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El campo tiene la mosca detrás de la oreja. Concretamente los productores de tomate y muy especialmente los almerienses, puesto que es uno de los productos más importantes de su industria agroalimentaria. Marruecos sigue colando en sus exportaciones a la Unión Europea tomate cultivado en el Sáhara como si fuera propio. El problema no es nuevo, son ya muchos kilos introducidos en los lineales europeos, pese a que dos sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictan que esta práctica vulnera los derechos de las personas consumidoras en la UE.
El último ejemplo tenía lugar a comienzos de la pasada semana, cuando COAG y CECU presentaron una denuncia ante Consumo para que se investigue un posible fraude masivo en el etiquetado de tomates cherry vendidos en un supermercado en España. Las dos organizaciones mostraron su indignación ante el supuesto incumplimiento de las normas de etiquetado de estos productos. “Las personas consumidoras tenemos derecho a saber de dónde vienen realmente los alimentos que compramos, especialmente cuando afecta a un tema tan importante para la sociedad española como el Sáhara Occidental", ha señalado Eduardo Montero, experto en Alimentación de CECU.
Andrés Góngora, secretario de COAG Almería, tachaba de "competencia desleal" esta práctica: “A pesar de tener producción en el Sáhara Occidental, no hemos encontrado nunca una etiqueta de tomates de esta empresa [Azura, con más de 400 ha de invernaderos en producción] que indique que se han producido en ese territorio. La trazabilidad, de obligado cumplimiento por la normativa europea, y las empresas certificadoras, son clave para conocer el punto exacto de producción de estas importaciones”, decía.
La problemática es compleja y no parece que vaya a tener una pronta solución por cuestiones geopolítica, pese a que el TJUE deja claro que el tomate cultivado en el Sáhara no debe de entrar en el Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos. Dos sentencias así lo corroboran. Sin embargo, como explica Juan Miguel Fernández, gerente de Coexphal, es la propia Unión Europea la que se pone palos dentro de sus ruedas. "En vez de implantar las medidas de herramienta y control para cumplir con las sentencias, lo que está haciendo la Comisión es redactar una modificación del Acuerdo para que éstas queden sin efecto las dos sentencias", lo que incomprensiblemente permitiría al reino alauí seguir exportando tomate saharaui como si fuera propio: "No hay unos intereses exclusivamente comerciales agroalimentarios, sino que juega la geopolítica. Sería de alguna manera reconocer que el Sahara Occidental es parte del territorio marroquí", algo que de momento es así atendiendo a la legislación internacional.
Claves
Sentencias del TJUE. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó dos sentencias, que se debían de cumplir desde octubre de 2024, por las que el tomate del Sáhara no debe de entrar en el Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos.
Récord de Marruecos. El país africano ha logrado esta campaña un nuevo récord en sus exportaciones, con casi 680.000 toneladas enviadas a la UE y Reino Unido. Parte de esa producción se lleva a cabo en el Sáhara, cuyo etiquetado debería de ser distinto al marroquí.
Almería aguanta el tipo. Aunque ha habido una ligera disminución exportadora esta campaña (-1%), lo cierto es que el tomate almeriense es competitivo y los mercados europeos siguen confiando en la calidad y la seguridad alimentaria de las empresas almerienses.
¿Qué sentido tiene esta actitud de la Unión Europea? Ninguno. Por elucubrar, las cuatro grandes empresas que están apostando por los cultivos invernaderos en el Sáhara Occidental han provocado un flujo migratorio a ese país, lo que podría detener la entrada a territorio Schengen. "Según las noticias que nos dio la Comisión Europea, el 75% de trabajadores allí ya son de origen marroquí", apuntaba Fernández. Pero esta explicación no convence ni beneficia a los productores de tomate almeriense, que se encuentran con un crecimiento exportador alauí, que perjudica claramente sus intereses.
"Esta modificación del Acuerdo de Asociación entre la UE y Marruecos necesita de una aprobación del Parlamento Europeo y por eso nosotros, junto a [FEPEX y EUCOFEL] estamos trabajando con los diferentes grupos políticos del Parlamento Europeo para hacerles ver que no puede salir adelante. Si se aprobara sería una mala noticia para nosotros, porque ya el año pasado casi el 20% del tomate marroquí venía del Sahara Occidental", lo que ha llevado a los norteafricanos a seguir invirtiendo en este país ante la inacción de la UE para frenar esta práctica desleal: "Ya empieza a haber una superficie invernada de más de 5.000 hectáreas, lo que va a suponer un potencial muy grande para Marruecos", se lamentaba el gerente de Coexphal.
Crecimiento exportador marroquí
Después de la bajada de la campaña anterior, en la recién acaba Marruecos ha recuperado su tendencia positiva. Es más, con los números en la mano Fernández explica que el principal competidor almeriense en el sector de tomate ha batido su récord. “La presión de Marruecos es cada vez más evidente. Han logrado un nuevo récord en sus exportaciones, con casi 680.000 toneladas enviadas a la UE y Reino Unido. Además, el crecimiento de su superficie invernada y la especialización en variedades de alto valor están desplazando al producto nacional en momentos clave de la campaña”.
De manera oficial, la principal zona de producción (Souss Massa) reconoce en la campaña 2024/25 la existencia de 24.000 hectáreas de producción invernadas dedicadas a hortícolas, 7.700 exclusivas de tomate. Sin embargo, un reciente estudio de la Junta de Andalucía cifra el total de producción protegida en 33.360 hectáreas (con un incremento del 17% en 2 años). A la que se debería sumar otras 11.230 hectáreas en Kenitra y Larache. Las extrapolaciones, sólo en Souss Massa, nos llevarían a más de 10.500 hectáreas de tomate.
Esto supone un crecimiento de más del 80% en la última década y un 7% interanual. Aunque sus números no superan las 980.000 toneladas exportadas a Europa y Reino Unido por Países Bajos y España se mantiene cerca con 605.000 (de las que 385.000 son tomate almeriense), lo cierto es que la tendencia marroquí es de claro crecimiento, sobre todo aprovechando subterfugios para disponer de más superficie de producción. De hecho, la Unión Europea reconoce que hasta el 18% del tomate marroquí procede del Sáhara Occidental. Este aumento de la oferta es una clara competencia en los mercados para el tomate español. Tal es así que las propias importaciones españolas procedentes de Marruecos crecen un 31%, rellenando los huecos que el producto nacional no puede cubrir.
Demanda latente del tomate almeriense
Eso sí, de momento los mercados europeos siguen fieles al tomate almeriense, puesto que la calidad y las técnicas fitosanitarias usadas en el cultivo son muy superiores al producto extracomunitario. Juan Carlos Pérez Mesa, director de la Cátedra Coexphal-UAL, explicó durante la presentación del avance de resultados agrícolas que frente al crecimiento exportador y de superficie invernada marroquí, el sector tomatero almeriense mantiene el tipo y es capaz de mantener el envite competitivo de terceros países.
"Viendo los resultados en términos de comercialización, el valor de las exportaciones ha aumentado. Es decir, hay una demanda latente del tomate almeriense en los mercados. Esto es así porque tiene una calidad suficientemente importante o un nivel lo suficientemente alto para poder competir con todos los orígenes. Por tanto, desde ese punto de vista, soy optimista. Esta reducción puntual de cosecha creo que es cuestión propia, no tiene que ver con circunstancias derivadas del aumento de la competencia", apuntaba Pérez Mesa que animaba a seguir trabajando por el futuro del sector: "Creo que podemos seguir siendo competitivos en cultivos donde hay mucha competencia".
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