Agricultura

El chayote, un cultivo innovador que llega a la Alpujarra almeriense

El primero de los talleres, durante la visita a una parcela de chayotes.

El primero de los talleres, durante la visita a una parcela de chayotes.

El campo almeriense no para. Ahí es donde radica el secreto de su éxito, en su capacidad para innovar y buscar nuevos cultivos que consigan abrirse paso en un mercado cada vez más exigente. El último en llegar es el chayote, una cucurbitácea que se plantaba en América en la etapa precolombina, pero que de momento no ha arraigado en Europa.

El proyecto del Ifapa de La MojoneraAlpujarra Agroecológica: Innovación y Tradición’ ha sido el encargado de presentar este fruto en sociedad, que ya ha comenzado a plantarse en algunos puntos de la provincia. El proyecto, enfocado a dinamizar la agricultura en la Alpujarra almeriense, consta talleres, actividades o visitas. El primero de los talleres se celebró el pasado fin de semana en Huécija bajo el título ‘Taller de cultivos innovadores’, como el chayote.

“El Ifapa de La Mojonera lleva más de diez años investigando una línea de trabajo de diversificación de cultivos porque es interesante para la comercialización, para enfrentarse a posibles plagas que puedan venir... Ensayamos cultivos alternativos a las hortícolas en invernadero, pero parte de estos resultados se pueden extrapolar a cultivos al aire libre, como es el caso del chayote”, explicaba a Diario de Almería Carmen García, coordinadora del proyecto.

Se trata de una hortaliza que llegó a Europa de la mano del Descubrimiento de América, como la patata o el tomate. En el México precolombino ya se cultivaba y aunque en Europa no se comercializa a gran escala, algunos agricultores sí que la conocen de tener para consumo propio. “Es una planta que en los pueblos se conoce, la llaman papa americana, haciendo mención a sus orígenes. Cuando la ven, la reconocen. Pero es una cucurbitácea que no está puesta en valor en nuestro sistema hortícola, una pena porque aporta muchos beneficios nutricionales y productivos”, dice la coordinadora.

En la campaña 2019-20 ya hicieron un ensayo en el Ifapa de La Mojonera en un invernadero de malla. “Estuvimos haciendo ensayos de control biológico, que funciona muy bien. Respecto al tema productivo es similar al pepino, nos dio una producción media de 22 kilos por metro cuadrado. Calidad del fruto muy bueno, poco estrío (-1%), fruto muy denso, el sistema de entutorado el tipo parral, los frutos cuelgan del emparrillado. Por eso va bien para antiguas parcelas con alambrado de parral de las que hay en la Alpujarra”, donde se puede cultivar tanto invernado como al aire libre.

Una de las charlas del taller, con los chayotes presentados en una caja. Una de las charlas del taller, con los chayotes presentados en una caja.

Una de las charlas del taller, con los chayotes presentados en una caja.

Según indica la coordinadora, algunos agricultores almerienses ahora lo tienen anecdóticamente, no le han prestado atención para desarrollarlo en plan profesional. Hay algunos pioneros que ya lo están comercializando en las cooperativas. “Tiene gran potencial para consumo local, kilómetro 0 o para exportación”, asegura Carmen García que destaca las virtudes culinarias y saludables del producto: “El consumo puede ser crudo, cuando es pequeño, en ensalada. Más adelante es para cocinar, podría asemejarse culinariamente a la patata, aunque es de otra familia: guisos, purés, fritadas... Tiene muchas ventajas, muy buenas para la salud como que ayuda a disminuir el colesterol, bueno para los enfermos de diabetes. Hay personas que desarrollan intolerancia al almidón de la patata y aquí tienen el fruto ideal para ellos”, finalizaba. Un nuevo cultivo que llega con ganas de triunfar.

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