Estudian un thrips como depredador autóctono de la gran plaga del campo almeriense
La Junta da a conocer los resultados de los estudios del Ifapa para el control biológico del parvispinus en invernadero
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El Thrips parvispinus lleva un par de campañas causando estragos en el campo almeriense, principalmente en la zona de poniente. Se trata de una plaga que afecta al pimiento y que según datos de Asaja, está instalada en torno al 30% de la superficie de este cultivo.
El delegado de Agricultura, Antonio Mena, así como las distintas casas de fauna auxiliar, insisten en la importancia de implementar la lucha biológica frente al parvispinus. Además, los departamentos de I+D estudian el comportamiento de esta plaga para tratar de hacerle frente y erradicarla.
En ello está el Ifapa, que recientemente dio a conocer los primeros resultados de sus estudios. Los protocolos actuales de gestión integrada de plagas (GIP) y control biológico no están ofreciendo resultados satisfactorios, lo que ha impulsado la necesidad de estudiar a fondo su comportamiento en los invernaderos almerienses.
“Uno de los resultados más interesantes ha sido ver que el pico poblacional de parvispinus se produce en octubre. Además, en ese tiempo convive con el otro trips que ya teníamos aquí, una especie no ha desplazado a la otra”, explica Estefanía Rodríguez, investigadora del Ifapa que apunta que se trata de una especie que no está mucho en la flor: “Es muy interesante porque hay enemigos naturales que funcionan muy bien en la flor y otros que funcionan mejor en la hoja. El parvispinus sube y baja la flor dependiendo del mes del año”.
Con todo este conocimiento adquirido gracias al trabajo de campo, el Ifapa está estudiando la capacidad del Franklinothrips megalops, un trips autóctono, como potencial devorador del parvispinus. “Nosotros lo hemos experimentado en condiciones de invernadero, pero en fase experimental, y ha funcionado fenomenal. Además, es compatible con los otros depredadores actúan en la flor, como el orius. Nuestra idea es intentar probarlo ya en invernaderos comerciales, porque vemos que depreda muy bien justo la fase en la que está en la hoja y luego se complementa muy bien con el resto de depredadores”, que se introducen en el invernadero.
De esta forma, la investigadora considera fundamental comenzar con la lucha biológica en el mes de agosto. “En este mes hay que hacer la primera suelta porque ya hemos visto que este trips está mucho en la hoja al comienzo y necesitaríamos depredadores que actúen en la zona foliar. Necesitamos tener otro depredador que complemente las estrategias de control ya existentes”, y ahí es donde juega un papel importante el trips que están estudiando en La Mojonera.
Todo el trabajo transversal es la mejor demostración de que el campo almeriense siempre busca soluciones a los problemas. “El Ifapa genera conocimiento aplicado, somos investigadores, y luego es importante trabajar con el resto de empresas I+D del sector agroalimentario porque son las casas de insectos, las biofábricas las que tienen la capacidad de plasmar todo esto como producto comercial”, finaliza Estefanía.
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