Un estudio revela que hay tipos de olivo tolerantes al agua salina

Su utilización no daña la producción · El hallazgo de la Universidad de Córdoba amplía las posibilidades de riego de los agricultores que se dedican a este cultivo

El estudio revela que el agua salina podría ser una alternativa de riego para variedades como la Picual.
Redacción / Almería

01 de agosto 2009 - 01:00

Un grupo de científicos del departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (UCO) ha concluido, después de nueve años de investigación, que no existen diferencias en el crecimiento de diferentes tipos de olivo regadas con agua salina o no salina.

El hallazgo compete a variedades tan habituales en España como la Picual, que no ven mermada la calidad de su producción ni en términos cuantitativos, ni detamaño o calidad del fruto.

El responsable de este proyecto financiado por el Plan Nacional de Investigación, Ricardo Fernández Escobar, explica que el descubrimiento amplía las posibilidades de riego de los agricultores que se dedican al sector olivarero.

Las aguas salinas, frecuentes en tierras que registran escasas precipitaciones, no son en general beneficiosas para los cultivos ni aptas para el consumo humano. Sin embargo, el grupo científico de la UCO ha descubierto que las variedades más habituales en el cultivo del olivo toleran hasta 6,5 gramos de sal por cada litro de agua. Esta medida supone un grado de salinidad 5 ó 6 veces menor a la salinidad marina.

Según Fernández-Escobar, "se ha demostrado claramente que el riego mejora la producción", por eso cualquier descubrimiento en este sentido resulta positivo, "sobre todo en lugares de poca agua, como Andalucía, donde hay que echar mano" de este tipo de recursos hídricos.

Además, el equipo de investigadores ha logrado averiguar que, por lo general, los olivos son bastante tolerantes al cloruro, pero no al sodio (ambos iones específicos de las sales).

Para evitar el efecto pernicioso del sodio sobre una plantación de olivos, hay que añadir calcio al agua de riego, señala el profesor Fernández-Escobar, ya que el calcio retiene el sodio en las raíces impidiendo que pase a la planta aérea y evitando así su toxicidad. De este modo, el agricultor, tras un análisis hídrico, puede tomar medidas para poder regar sin consecuencias negativas para los árboles.

El grupo de investigación sigue trabajando en la mejora de la nutrición global del olivo. Actualmente están realizando ensayos en territorios comprendidos entre Huelva y Jaén con la intención de obtener ejemplos directos en cada una de estas zonas. El objetivo es conocer aspectos importantes de la nutrición del olivar, como son la deficiencia de potasio o el exceso de nitrógeno, que se aplica por costumbre pero, sin embargo, genera múltiples problemas tanto de carácter ambiental como en términos de producción.

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