"Hay gente que aún pregunta si hay vino en Almería, falta el apoyo de los clientes"

Por unanimidad. La Asociación Provincial de Bodegas Asempal, reunida en Asamblea General Electoral, ha designado recientemente a Rafael Luna López como su nuevo presidente. Nacido en Archena (Murcia) en 1949, Luna ha estado siempre ligado al sector hortofrutícola y se sumergió específicamente en el área de la viticultura hace ahora tres años. Por aquel entonces la empresa para la que trabajaba, Agrupaejido, se hizo socia mayoritaria de la antigua bodega Paco Ferre, ahora denominada Bodega Antonio Jiménez, en Padules, y lo nombró directivo. Hablamos con él para averiguar qué metas se propone de cara al nuevo cargo que ahora ostenta en la Asociación de Bodegas.

-La pregunta es obligada, ¿qué retos se propone de cara a su nuevo puesto?

-Lo principal es llegar con los vinos de Almería a los consumidores almerienses. Hay una gran cantidad de vino que está por vender todavía, necesitamos que el consumidor de aquí nos apoye. Aunque parezca mentira, hay gente que aún pregunta si hay vino en Almería, y hablo de restaurantes...

-¿Y en cuanto a exportaciones?

-También queremos exportar, aunque a nivel de asociación no apuntamos tanto a ello, porque creo que este tema debe hacerse más a nivel de cada uno, como empresario.

-¿Qué medidas han pensado tomar para impulsar el consumo?

-Me gustaría hacer más acciones prolongadas en el tiempo aunque eso conlleve a hacer menos actividades. Por ejemplo, hacer una campaña publicitaria durante todo el año en vez de algo puntual que resuena una sola semana, como el tema de caballos y vino...

-Asempal remitió un anteproyecto a la Junta con información sobre las necesidades de las bodegas almerienses para la promoción de vinos ligada al turismo, ¿se sabe algo ya sobre esto? ¿Se ha pronunciado la Junta?

-Estamos trabajando en ello, hay algunas concesiones de la ruta enológica, que es uno de los tres puntos en los que tenemos que trabajar. De esta manera muchos visitantes que vienen a la provincia podrían tener una alternativa cultural de este tipo. No tenemos que ofrecer sólo sol y playa.En cuanto a otro de los puntos, el tema de la ruta enogastronómica, por ejemplo, la cosa va lenta, porque todo depende de temas de subvenciones.. .

-¿Cómo ve la situación actual del sector? Muchos bodegueros coinciden en que el año pasado fue excelente, al menos en lo que a calidad se refiere...

-Pues la verdad es que sí. La situación económica en las bodegas está mal, pero este año ha sido muy bueno para el vino. Hay bodegas que han echo vendimia sin que los racimos hayan visto el agua, y ha salido esencia de esos racimos. Hace unos días me entretuve en llamar a los asociados, que son 17 toda la provincia, y pregunté por las marcas comerciales que tenían. Sumé 68 entre blanco, rosado, tinto, espumoso, dulce y brandy. Tenemos una oferta de características muy amplia, ¿cómo nos pueden venir vinos desde fuera? Aquí hay mucho donde descubrir.

-¿Qué características destacaría del vino almeriense?

-Las características del vino no se hacen en la bodega, se hacen sobre el terreno. Cada zona es única, se están consiguiendo unos caldos especiales, eso está dicho por enólogos de fuera que se quedan sorprendidos por la calidad.

-Entonces, ¿por qué no se vende a la par que otros caldos?

-Almería peca de no creer en lo suyo. No nos potenciamos y nos vemos obligados a hacer aquí la materia prima que luego vendemos fuera y después nos comemos. Ha pasado con la uva, ha habido muchas ventas a granel que se embotellaban con otra denominación y luego comprábamos aquí para bebernos.

-Hace unos meses la consejera Aguilera se mostraba preocupada por la caída del vino como bien cultural. ¿Qué opina sobre esto? ¿Por qué cree que se está produciendo este fenómeno?

-El vino no está de moda. Entre el carnet por puntos y los controlesen la carretera la gente teme beber y consume menos bebida en general. También es cierto que el gran perjudicado ha sido el vino. En los restaurantes de carretera ya no se ven las botellas sobre la mesa como antes. El vino es de consumo cotidiano, no como las copas del fin de semana, así que su consumo se ha visto resentido.