El gusano cabezudo ataca al cerezo, no a la calidad del fruto de Abrucena

Las cerezas están libres de esta plaga que debilita los árboles, sobre todo, en su estadio como larvas ya que roen sus raíces

El gusano cabezudo persiste en acabar con los cerezos

El gusano cabezudo ataca al cerezo, no a la calidad del fruto de Abrucena
El gusano cabezudo ataca al cerezo, no a la calidad del fruto de Abrucena

La pasada semana, en páginas de este suplemento hablamos del ‘Valle del Jerte’ almeriense. Así se ahondaba en la cosecha de cereza en Abucena, que este año debido a distintas circunstancias se adelantaba en un par de semanas y que, sin duda, está siendo mejor que la temporada anterior. En el reportaje se explicaba cómo una plaga, la del gusano cabezudo (Capnodis Tenebrionis), está haciendo estragos en cerezos del municipio, pues bien, hay entre los que se ha generado confusión creyendo que esta plaga afecta al fruto, si bien, como se relata, al que ataca es al árbol, salvando la cereza, que mantiene intacta su calidad y sabor y queda libre de su presencia. El problema está en que el gusano no da tregua a los árboles a los que acaba mantando.

En una finca del municipio abrucenero, como es la de José Zoyo, este diario fue testigo. “Las larvas se comen la raíz del árbol secando la planta totalmente, tanto grandes como pequeñas”, explicaba el propietario de la explotación, quien años atrás ya había consultado en centros de investigación e incluso ha brindado su finca para que ahondasen en esta especie y su actuación sobre este frutal. Por culpa de esta plaga, este agricultor repone todos los años un centenar de cerezos, “de ellos salen un 20% y a los tres o cuatro años se secan también. Es un desastre”. El gusano cabezudo no tiene miramientos con plantas jóvenes o viejas. Zoyo cuenta con algunos árboles de 30 años con un gran tronco y los destroza, “empieza a debilitarlos; a los pequeños en una semana se los ha cargado y a los grandes, igual tarda unos tres años”, detallaba el agricultor.

La plaga del gusano cabezudo no es exclusiva de los cerezos; de hecho también ataca a otros árboles como al albaricoquero, ciruelo y melocotonero y, sobre todo, al almendro, tal es así que en España se conoce como el gusano cabezudo del almendro. En este sentido, hay empresas de control biológico como Koppert que han buscado solución a esta plaga, que como la firma explica las larvas del gusano cabezudo roen las raíces, detienen el paso de savia y provocan un debilitamiento general en la planta que reduce la producción y que, en algunos casos, puede desencadenar la muerte del árbol.

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