"En diez años vamos a escribir en Almería una historia de solvencia"
Antonio Morera Vallejo · Presidente del Grupo Morera y Vallejo
El propietario de las fábricas Plastimer, Macresur y Torresfilm anuncia la construcción de una nueva planta en El Ejido. Para cumplir sus objetivos duplican semana a semana la producción.
Antonio Morera Vallejo es el presidente del Grupo Morera & Vallejo, uno de los holdings empresariales más importantes de Andalucía, que se forma a comienzos de los años 80 de la mano del sector de las corredurías de seguros. Onubense de 60 años, con una larga trayectoria profesional, no es hombre que rehuye el cuerpo a cuerpo. Se siente más distante de la tentación de aislarse por un protocolo imposible, en la que otros muchos han caído. Su cercanía y compromiso con el entorno que le rodea, le lleva a participar en cuantos eventos culturales y sociales sean necesarios. Coleccionista de premios y distinciones confiesa que el que más le llegó al corazón fue su nombramiento como hijo predilecto de su pueblo.
Este emprendedor que preside una multinacional que toca una amplia gama de sectores y que ha ido expandiéndose más allá de Andalucía y de España, protagonizó hace unos meses una de las noticias empresariales del verano al anunciar la adquisición de tres importantes centros productores de plástico industrial, dos de ellos ubicados en la provincia de Almería, mediante la compra del antiguo Grupo TPM y la creación de la nueva división Morera y Vallejo Industrial. Este rescate tras más de un año de inactividad ha supuesto un desembolso de 15 millones de euros que será completado con otros 10 ó 12 millones en inversión en las factorías, para consolidar una producción anual de 20.000 toneladas anuales y alcanzar una facturación de 40 millones de euros al año.
No tiene prisa, ni cree en el cortoplacismo ni en la cultura del pelotazo. Desde el Parque Empresarial de la compañía, levantado alrededor del monumento a Blas Infante, nos cuenta sus proyectos. Afirma que su entrada en el mundo empresarial almeriense se va a producir paso a paso y que en los próximos diez años va a escribir en Almería una historia de solvencia y buen hacer.
-¿Qué le atrajo del sector de la fabricación del plástico para adquirir los activos del antiguo Grupo TPM?
-La adquisición de Macresur, Plastimer y Torres Film se debe principalmente a la perseverancia del director general de estas empresas, una persona con una calidad humana y profesional exquisita y es verdaderamente el único que tiene mérito en esta aventura. Llevamos 4 ó 5 meses funcionando en una escalera de éxito. Como empresario andaluz, no podía dejar caer a una empresa competitiva y ahí hay un equipo de un centenar de personas que son encomiables, llegaremos a los 200, para decirle al mundo del plástico que podemos hacer cosas de calidad.
-Usted es consciente de lo que supone esta inversión para Almería. ¿Cómo surge la operación?
-Tuve la suerte de conocer a estas personas, a estos ejecutivos, a través del Instituto San Telmo de Sevilla y nos convertimos en sus aseguradores. Conocimos unas fábricas con un procedimiento industrial muy bueno desde el punto de vista asegurador y les incluimos en nuestra cartera de clientes. Posteriormente me enteré que había unas empresas de capital riesgo que eran acreedores del Grupo TPM y querían dejar de serlo. Eso fue en el año 2006 cuando empieza la situación complicada. Nosotros negociamos con esos acreedores y les compramos la deuda que TPM tenía con ellos y que ascendía a algo más de 4,5 millones de euros. Todo ello sin entrar en ese momento en el accionariado. Esta gente se puso muy nerviosa cuando llegó el declive y para nosotros fue una oportunidad. Ahora puedo afirmar que estamos satisfechos de haber sido capaces de fortalecer nuestras propias estructuras, ser competitivos y preocuparnos de lo que se preocupaban estas fábricas de plásticos, que era de la calidad de lo que producían. Esto es complicado porque el 65% del producto final es materia prima y a las petroleras hay que pagarle casi al contado. Luego hay que cobrar a 90 días y hay una necesidad de más circulante.
-En el tiempo en que las tres fábricas han estado cerradas la clientela ha tenido que buscar otros proveedores y otras marcas. ¿Cómo piensan recuperar ese nicho de mercado?
-Estamos contemporizando todo: incentivando el esfuerzo económico del agricultor que también quiere ahorrarse dinero, fabricando con una precisión increíble de calidad y de fecha de entrega, dando bastante satisfacción. El agricultor necesitaba esta competencia que viene de nuestras manos. El gran competidor nacional tiene una gran cuota de mercado y lo hace muy bien, pero esta falta de nuestras empresas en el mercado lo que hacía es que viniera producto del exterior. Ahora tratamos de recuperar cuota haciendo que no venga mercancía de fuera, porque fabricamos mejor, somos gente de aquí y creo que el agricultor andaluz esto lo sabe valorar. Para lograr nuestros objetivos, estamos duplicando semana a semana la producción. Nadie va a ganarnos en esfuerzo ni en competitividad porque tenemos una posición envidiable en credibilidad y recursos propios que nos permiten no estar preocupados con crecer demasiado. Vamos haciendo nuestro camino. Hay una retahíla de cosas que iremos incorporando en el mercado para darle mayor cobertura y servicio a nuestros clientes.
-¿Cuáles son los objetivos de esta nueva división Morera y Vallejo Industrial en los próximos años?
-En el caso de la fábrica Torresfilm queremos cuadruplicar la producción. Tenemos clientes internacionales verdaderamente satisfechos con el producto que estamos haciendo. Vamos a ir construyendo otra fábrica adicional en Almería, también en El Ejido, con una división industrial importante. En la fábrica de Valencia hacemos entre otros productos bolsas sanitarias. Pero necesitamos reforzar esta actividad y vamos a hacer una cosa importante. Estamos ya con los proyectos de la nueva fábrica de Almería e iremos a planes de negocio. Queremos incorporar el tema de plástico industrial porque se complementa mucho. El plástico agrícola son dos campañas, así que necesitamos tener actividad durante todo el año y el tema industrial es un tema importante. En esos planes de negocio tenemos que preguntarnos en qué podemos ayudar a nuestros clientes y lo que nos demanden es lo que tenemos que hacer, porque es lo que se necesita y podemos hacerlo mejor que los demás.
-¿Cuáles son sus aspiraciones en este sector el próximo año?
-A grandes rasgos aspiramos a tener una cuota importante en el mercado, no menos de un 50% y eso lo vamos a conseguir el año que viene. Somos respetuosos con el mercado. Una de las cosas que hicimos cuando irrumpimos en el sector fue reunirnos con los mayores competidores, saludarlos y decirles que íbamos a tener una actuación ética, que para nada íbamos a entrar en una guerra de precios porque eso no conduce a nada, pero que sí íbamos a mostrar nuestro ingenio y nuestro buen hacer. Una competencia limpia y lícita que redunda en el beneficio social. Estamos muy satisfechos porque la producción se nos está duplicando semana tras semana. Aspiramos a ganarnos la confianza de todo el mundo. La de los bancos, que al principio les cuentas un proyecto, son cautos y es normal porque ellos vienen de un momento complicado y miran con lupa a una empresa que hemos adquirido y que estaba en concurso de acreedores. Y encima un empresario que no tiene ese oficio porque nuestros oficios son otros. Les hemos tenido que demostrar que todas las empresas de nuestro grupo son lo mismo de solventes. En cualquier caso no estamos hablando de quedarnos con el 100% del mercado del plástico y por tanto nuestra competencia puede tener lo que ha tenido siempre, igual que nosotros aspiramos al 50% del mercado que tenía Plastimer, Macresur y Torres. Como lo hicieron también en esa época anterior es increíble lo bien recibidos que estamos siendo. La gente agradece nuestra vuelta. Lógico que el primer año haya alguna reticencia, que estamos viendo como está desapareciendo cada día.
-¿Qué papel van a jugar las exportaciones dentro de la comercialización de los productos en ese mercado que ustedes aspiran a recuperar en poco tiempo?
-El 50% de lo que vamos a fabricar va a estar destinado al mercado internacional. Ahora exportamos el 100% de los productos sanitarios. Las bolsas sanitarias las mandamos a Europa, a través de una empresa americana que hace la distribución desde Centroeuropa. En cuanto a los diferentes plásticos que se utilizan en la horticultura, nuestras exportaciones van a crecer. Ya hemos empezado a trabajar en Turquía para recuperar una presencia importante que el grupo anterior tenía consolidada en ese país. Nos vamos a extender a Marruecos que es un mercado tan grande como el español, también a Colombia y México. Este país que es ya una potencia hortofrutícola tiene una gran superficie de invernaderos.
-Para dar ese salto tendrán ustedes que realizar ampliaciones en sus fábricas.
-Tenemos unos planes de adaptación para invertir entre 10 y 12 millones de euros en nuestras plantas. En el plazo de diez años vamos a escribir una historia que no va a ser de ningún pelotazo, sino de solvencia y buen hacer. Paso a paso, hasta tener las mejores industrias.
-Y en ese nuevo escenario, ¿cuál será el papel de los trabajadores?
-El equipo que tenemos está altamente motivado. Es un equipo que nosotros compensaremos cuando llegue su momento todos los esfuerzos que están haciendo. Debe ser un equipo que mezcle juventud y veteranía. Mire, dentro del colectivo de parados que tenemos en España, hay un millón y medio que son personas de gran valía y experiencia que no tienen posibilidad en el mercado laboral tal y como está concebido ahora de volver a la vida activa. La situación de este grupo es desoladora. Si hoy hay que contratar a un trabajador se contrata de 20 o 25 años antes que a una persona de 50 con experiencia. Estamos creando puestos de trabajo para ambos colectivos. Alcanzaremos las cifras de personal que el Grupo TPM tuvo. Con personas jóvenes, que se les está dando la oportunidad de ir desarrollando profesionalmente pero no desperdiciamos la experiencia. De ahí que presumamos tanto de nuestro director general Lorenzo Espinosa. Personas como él con una ilusión, capacidad y entrega y con esto nos comemos el mundo. Estamos seleccionando o formando a 20 personas jóvenes que se combinen con las personas con experiencia.
- ¿Qué novedades puede aportar desde su experiencia como gran empresa aseguradora al mundo del seguro agrario y al caso especial de Almería?
-Este año hemos marcado la diferencia de una forma importante. El seguro que necesitan los invernaderos es un seguro caro para poder cubrir por ejemplo una lluvia torrencial que estropea el plástico. Los seguros tienen en general recogidas todas esas inclemencias metereológicas debidamente marcadas. En nuestro caso hemos pretendido crear, si ocurre un siniestro catastrófico, que esté garantizada la reposición de ese bien con la depreciación que tiene, pero hecho ya a priori. Si un plástico tiene una duración de tres años se aplica un 33% de depreciación cada año. Ya está hecha la peritación de antemano. Si la mercancía se compró hace un año el asegurado tiene un 66% garantizado. Es un tema novedoso que ha marcado una diferencia importante. Además, estamos ofertando este tipo de seguro al tiempo que comercializamos nuestros plásticos. Hemos ido a un precio razonable, incentivando el pronto pago. A partir del próximo año vamos a crecer en el tema del seguro. Llegamos al sector cuando los preparativos de la próxima campaña estaban muy comprometidos. Aún así el sector ya conoce este producto y ha mostrado su interés y ahora estamos desarrollando una campaña aseguradora en Huelva porque es una fecha muy apropiada.
-¿Va a cambiar algo de la gestión del antiguo Grupo TPM?
-En lo básico vamos a seguir con el buen hacer de los directivos y trabajadores que hemos incorporado. De hecho nosotros no hemos tenido una gran dificultad de poner estas fábricas otra vez en valor. Estamos haciendo un balance semanal. Nos vamos a llevar años sin pensar en reparto de dividendos que no es nuestro objetivo. Nuestro objetivo es tener unas fábricas realmente prestigiosas, que las tenemos ya, que sean autosuficientes y que cada día seamos más libres a la hora de hacer nuestra gestión.
-¿Por qué sigue siendo noticia que un empresario andaluz reflote una empresa andaluza en un sector que no es el suyo?
-No soy un empresario normal. Porque una persona normal a mi edad no debe complicarse la vida con nuevos proyectos. Le estamos dedicando un montón de horas al trabajo y el secreto es que hay muchas personas que saben mucho trabajando en nuestra compañía. Yo lo que sé es dirigir la orquesta maravillosa que tenemos de personas que cada uno toca un instrumento. Nos cuentan un proyecto y rapidamente pensamos cómo se puede mejorar. Nos metemos en cualquier sector porque el que se dedica a ser empresario tiene que tener conocimiento de economía, de recursos humanos, el mercado y a todos los elementos que confluyen para tener éxito. En el mundo del plástico como en cualquier otra actividad lo que hace falta es pensar cómo se puede hacer lo que necesita el cliente, cómo aportar valor añadido a esas necesidades, con la mayor de las justicias. Es decir no ir río arriba sino río abajo. Tengo estos costos, tengo este margen, es suficiente y traslado un precio de venta a mis clientes y no estamos obsesionados con la competencia. Si usted cree que lo hacemos mal no nos compre. Así que haremos cualquier cosa que se pueda hacer. ¿Qué es lo que se necesita? Podemos hacerlo mejor que los demás porque tenemos menos gastos generales y porque necesitamos demostrar que somos buenos.
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