La venta de pescado fresco en Almería recaudó lo mismo que hace 18 años
La caída ha sido generalizada tanto en las capturas como en los precios obtenidos por ellas · El único puerto en el que se pescó más que en 2007 fue el de Roquetas de Mar
La crisis económica que afecta a la totalidad de los sectores productivos almerienses, se ceba especialmente en aquellos más sensibles y con comientos menos sólidos. En el caso de la pesca, el descenso de las capturas y de los precios que se pagan por ellas en las diferentes lonjas de la provincia, llegó a su límite en el año 2008. Según las cifras de la Delegación Provincial de la Consejería de Pesca de la Junta de Andalucía a las que ha tenido acceso El Almería, el valor de la producción pesquera en los cinco puertos de la provincia -Almería, Garrucha, Roquetas, Adra y Carboneras (aunque en este caso las cifras no son significativas ya que buena parte de su producción se desembarca en otros puertos)sobrepasaron en poco los 28 millones de euros, un 15,8% por debajo de los más de 33,3 millones que se contabilizaron en 2007. La situación es aún más seria para el sector extractivo almeriense si se tiene en cuenta la serie histórica que remite al año 1990 para encontrar una cifra similar, por lo que se asiste a la mayor crisis de la pesca desde la vivieda hace 10 años con la no renovación del acuerdo pesquero con Marruecos, cuya flota representaba más de la mitad de los ingresos conseguidos por la venta en lonja.
El castigo al que la flota somete al caladero mediterráneo queda reflejado en el acusado descenso en el número de capturas cercano al 21%, se fundamenta de manera especial en las grandes especies en las que se basa el grueso de los ingresos de los pesqueros almerienses, es decir, la gamba roja entre las especies capturadas por la flota de arrastre, así como en los jureles y sardinas, estrellas de las subastas en las lonjas de la flota de cerco.
La excepción a este descenso generalizado se encuentra en el más pequeño de los puertos provinciales, el de Roquetas de Mar cuya principal baza se encuentra en las artes menores y que ha conseguido que durante 2008, el desembarco de peces sea mayor que la campaña del año anterior. En este caso, mientras el pez espada casi mantiene las capturas de la pasada campaña, se observó un descenso en la captura de salmonetes, pulpos o chocos, aunque aumentaron de manera notable, las capturas de voraz.
De la misma manera, hay que destacar un importante descenso de los precios medios pesqueros de la provincia, motivado por la bajada de 8 euros en el precio medio de los crustáceos que han pasado de 32 a 24 euros por kilogramo.
En lo que se refiere al puerto de la capital almeriense, el más importante de la provincia tanto en el número de capturas, como en el precio total conseguido después de sus ventas, así como la trascendencia estratégica del mismo, se ha producido una importante bajada general en la recaudación de todas las especies, en especial en la gamba roja, sardinas, caballas o calamares, a lo que se ha unido la caída en los precios medios de los productos pesqueros.
En Garrucha, el segundo de los puertos estratégicos almerienses también se ha registrado una bajada general de todas las especies, especialmente importante en el caso de la bamga roja, cuyas capturas suponen el 60% del total de los desembarcos en ese puerto. Asimismo, la bajada de 9 euros en el precio medio de los crustáceos, ni tan siquiera han podido paliarse con la subida en los desembarcos de cigala.
En Carboneras, las bajadas más acusadas se han producido en el caso de la melva, caballa o sable, mientras que el pez espada, voraz y, sobre todo el atún (destinado a la venta en el mercado japonés) han marcado hitos importantes en los precios conseguidos por los pescadores.
Por último, el puerto de Adra resgistró una importante bajada en las capturas de jurel, sardina y pulpo, mientras que han subido caballa, cigala y gamba blanca. El puerto abderitano asistió en los últimos doce meses a la bajada menos acusada en los precios de los crustáceos de toda la provincia e incluso la subida de los moluscos ha motivado que suban ligeramente en algunos casos.
El sector se enfrenta en este año a un ejercicio que puede resultar clave en lo que se refiere a su supervivencia, ya que encara el primero completo con los nuevos planes de gestión que establecen un periodo de tres meses de paro biológico para las flotas de cerco y arrastre en los que se busca la regeneración de caladeros y, en teoría, el aumento de los ingresos por las ventas producidas en las lonjas almerienses.
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