La vida de Pay de limón cambió en el momento en el que fue víctima de los miembros de un cartel de la droga mexicana. Los narcotraficantes le cortaron gran parte de sus patitas delanteras posiblemente para ensayar sobre cómo les podían cortar después las manos a los humanos (una práctica común entre los narcos en el momento que secuestran a las personas).

El perro fue encontrado por unas personas cuando vieron las patas cortadas en un contenedor de basura y rápidamente llamaron a un albergue de animales llamado Milagros Caninos, situado en el sur de Ciudad de México: "Milagros Caninos recibió una llamada hace 14 años en la que le dijeron que a un perro le habían cortado las patas delanteras y que las habían tirado a un basurero", contaba a los medios Patricia Ruiz, la fundadora del refugio.

El animal consiguió unas prótesis de cuero que habían sido fabricadas en Estados Unidos y poco a poco se fue acostumbrando a andar con ellas. Pay de limón se convirtió en la estrella del refugio situado en Xochimilco (al sur de Ciudad de México) donde convive con 400 perros y 89 gatos.

Ahora podría ser nombrado como “mascota del año” gracias al proyecto America's favorites pets, organizado por aficionados estadounidenses a animales domésticos que además otorga un premio de 5000 dólares.

En la web del refugio mexicano se lee la historia de Pay de Limón. “Este perrito tuvo la mala suerte de caer en las manos de un grupo de delincuencia organizada en Fresnillo Zacatecas”. “Con él practicaron cortándole cada uno de los dedos como cuando se los cortan a los seres humanos que son secuestrados”.