El grupo Almenara cumple con creces todas sus expectativas en el concierto de El Ejido

La formación demostró la calidad de sus voces y una sección instrumental que sonó como nunca

El grupo Almenara durante su actuación en El Ejido.
El grupo Almenara durante su actuación en El Ejido.
Redacción

14 de abril 2015 - 05:00

Almenara significa luz, fuego que se encendía en las atalayas para dar aviso de algo. Y eso es precisamente lo que la numerosa formación almeriense ofreció el pasado viernes en el Teatro Auditorio de El Ejido. Dos horas de luz en forma de música de siempre, cuidadosamente interpretada por 25 músicos sobre el escenario, con una puesta en escena propia de grandes formaciones corales.

En los últimos meses, el Grupo ha centrado su actividad en aumentar el número de componentes para reforzar la armonía de sus voces y la calidad de su sección instrumental. El trabajo realizado sin duda ha dado sus frutos, como se pudo comprobar en el Auditorio, donde el Grupo cumplió con creces con las expectativas.

El concierto comenzó con el pasodoble Bajo el cielo de Almería, una obra poco conocida del autor almeriense Juan Rubio, con el que Almenara quiso homenajear a su tierra, y a un ejidense ilustre como fue Manolo Escobar. A continuación comenzó el viaje sonoro que el Grupo prometió, escuchándose las notas del candombé Negro José, para continuar adentrándose en las melodías que ofrece el continente americano con boleros, guaranías, valses peruanos, habaneras y corridos mejicanos.

Un momento especialmente impactante fue el comienzo de la conocidísima María la Portuguesa de Carlos Cano con una "falseta" de guitarra clásica compuesta e interpretada por Jacopo Vacca, guitarrista integrante del propio Grupo. El nexo de unión entre los diecisiete temas de la actuación lo constituyó la divertida presentación de Gabi, quien además introdujo elementos explicativos de la historia de los diversos temas que iba interpretando el grupo.

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