Un elenco de siete artistas, cuatro de ellos con discapacidad, representarán la obra Cierra los ojos y mírame, que narra la vida del cantaor ciego Francisco Giménez Belmonte, y que se estrenará en la decimosexta edición de la Bienal de Flamenco de Sevilla.

El bailaor José Galán es el promotor de este espectáculo flamenco que cuenta con la colaboración de la compañía Danza Mobile y de dos de sus integrantes Reyes Vergara y Daniel Parejo, ambos con síndrome de Down, como bailaores.

Durante los ensayos que se realizan estos días, Galán subraya que el espectáculo supone "un reto personal", ya que es la primera vez que actúa en la Bienal, y ha reseñado que, como indica el nombre del espectáculo, "a veces hay que cerrar los ojos para ver mejor", en alusión a la colaboración mantenida con personas con discapacidad.

El cantaor cordobés Antonio Mejías, que presenta resto visual, junto con el percusionista Carlos Barragán, también invidente, y el guitarrista Javier Gómez componen la parte musical de la obra que se estrenará el próximo 11 de septiembre a las 21:00 horas en el Teatro de la Alameda.

El círculo artístico se completa con la colaboración especial al cante de Inma "la Carbonera" y la bailaora flamenca Vanesa Aibar. La dirección escénica ha contado con la participación de Juanjo Macías, quien ha definido la obra como una "catarsis" que refleja a través de la danza flamenca, contemporánea y el cante la vida del El ciego de la playa.

El director escénico ha calificado la labor de los integrantes de Danza Mobile de "maravillosa", "por la profesionalidad y el rigor con el que han trabajado", y ha reconocido que durante la preparación de la obra "nunca" se ha planteado trabajar "de otra forma", ya que han respondido "de forma potente" a las ideas que ha preparado para las distintas escenas.

Cierra los ojos y mírame escenifica la figura de Francisco Giménez Belmonte, El ciego de la playa, que fue cantaor flamenco, guitarrista y trovador en la Almería de final del siglo XIX.

El cante, el toque, el baile y la palabra son el medio para contar esta historia auténticamente flamenca que comienza con la pérdida de visión o ceguera física del personaje. Pero a medida del transcurso del tiempo va tomando conciencia de que la luz reside en su interior y tiene la posibilidad de elegir nuevos caminos y ver más allá de lo impensable, convirtiendo el negro absoluto de su noche eterna en días llenos de vivos colores intensos.