Joaquín de la Muela lanza un nuevo disco donde rinde homenaje a Antonio Machín

Joaquín de la Muela acaba de lanzar su quinto disco titulado Homenaje a mi amigo Antonio Machín. "Desde hace tres años tenía en mente hacer este disco, porque yo le debía a este hombre un homenaje, porque fueron muchas las horas que pasamos hablando durante su vida".

El trabajo discográfico incluye 19 de los temas más emblemáticos de Antonio Machín con la voz de Joaquín de la Muela. "He buscado los temas que a mi siempre me gustaron de Machín, y le hemos hecho los arreglos para cantarlos yo. Hay dos canciones a piano con mi hijo Joaquín".

"Hay dos temas muy especiales para mí, como es Madrecita en la que siempre me acuerdo de mi madre, y Espérame en el cielo, un tema que dedicó con todo mi corazón a mi esposa Pilar, fallecida hace unos meses", comenta Joaquín de la Muela. "La perdida de Pilar ha sido muy dura para mí. La artífice de todo era ella, una gran mujer", sostiene el veterano cantante, muy emocionado.

En este disco ha incluido temas tan conocidos como Angelitos negros, Anoche hable con la luna, Dos gardenias, Mira que eres linda, Somos, Vendaval sin rumbo, Si regresara el amor y Un compromiso, entre otras.

De la Muela ya lanzó los discos Toda una vida en 2007, y luego le siguieron Aguadulce en 2009, Boleros de amor y desamor en 2012, y Recuerdos en 2015. De momento, el artista no se plantea grabar un sexto disco, aunque todo puede pasar.

El año 2016 no fue precisamente un año bueno para Joaquín de la Muela. Nada más comenzar el año tuvo que ser ingresado en el hospital debido a un ictus que le afectó a la voz y cuando ya acababa el año falleció su esposa. "Desde su muerte reconozco que no me he recuperado todavía. Me acuerdo a todas horas de ella", sostiene.

De la Muela cuenta con muchos y buenos amigos. "Los miércoles mis íntimos amigos se vienen a mi casa, me acompañan y realmente me hacen la vida mucho más fácil", dice. Es un hombre muy activo y siempre tiene algo que hacer. "Estoy acostumbrado desde que era un niño a trabajar, y no parar".

Durante muchos años, Joaquín de la Muela se dedicó a la representación artística, trayendo hasta Almería a las grandes figuras de la canción desde los años 70. "Viví una época complicada, pero muy bonita. Me dediqué mucho al espectáculo, digamos que lo hice en cuerpo y alma", apunta. Los recuerdos se agolpan en la cabeza de Joaquín de la Muela. "Muchos me animan a escribir mis memorias, pero no puedo hacerlo, porque tendría que dulcificarlas. He trabajado con todos los ayuntamientos de la provincia de Almería, Granada y Jaén".

De la Muela reconoce que "Antonio Machín me tenía como un hijo. El Dúo Dinámico o Montserrat Caballé son muy amigos, José Luis Moreno también era gran amigo mío y Rocío Jurado se llevaba estupendamente con mi esposa. De hecho llegó a dormir en mi chalet. He tenido muchos ratos de disfrutar después de las actuaciones con muchos artistas que los guardo en mi memoria".

Muchos se preguntan cómo Joaquín de la Muela a su edad sigue grabando discos. "Yo me debo a la música desde que era un niño. Nunca pensé grabar estos discos, pero me hice un estudio y como la música es un veneno, pues un buen día me decidí y no me arrepiento. He disfrutado mucho haciendo estos discos, que es un legado que yo dejaré el día que ya no esté".

La historia musical de Joaquín de la Muela comenzó hace muchos años. "Empecé cantando, antes de dedicarme a representar a artistas. Comencé con la orquesta Donaire y luego fundé Los Ícaros y estuvimos cinco años y medio actuando por toda España.

Con Los Ícaros, Joaquín de la Muela vivió unos años intensamente. "Grabamos dos discos en Belter que nunca salieron a la venta por la ruptura del grupo. Ante todo éramos un grupo de salsa, aunque tocábamos mucha canción melódica".

Cuando acaba la etapa de los Icaros, Joaquín de la Muela regresa a su tierra. "En aquel tiempo no ganábamos mucho, por lo que decidí dedicarme a la representación artística. Es cierto que ganamos dinero, pero gastamos también mucho en aquel tiempo". Luego montó una zapatería cuando regresa a Almería.

"La zapatería era Calzados Olimpia. Yo era dependiente de zapatos y trabajaba y cantaba porque había que comer. Me iba muy bien con la zapatería pero mira por donde estaban poniendo el alcantarillado en la calle, llueve un día mucho en la ciudad, concretamente en la calle Federico de Castro, y se inunda la zapatería. Me arruinan y de ahí me tuve que meter a cantar en el Cabaret El Chapina. A partir de ahí empiezo yo a contratar artistas. Esos fueron mis comienzos en el mundo de la representación artística". "De ahí me voy a la Simca de delegado de ventas, hasta que lo dejé para dedicarme plenamente al espectáculo. Eso fue el año 1974". Luego vino una etapa muy interesante en su vida, dedicado en cuerpo y alma a la representación artística.