Lorenzo Silva y Noemí Trujillo: "No existe ninguna ventana por la que entre tanto y tan buen aire como la lectura”
Ambos autores que son matrimonio presentan mañana jueves a las 19 horas en el Centro de Cultura de Cajamar su última novela ‘La forja de una rebelde’ en el ciclo Diario de los Libros
Es un matrimonio que vive apasionadamente la literatura. Acaban de publicar la obra La Forja de una Rebelde (Destino) que presentan mañana jueves a las 19 horas en el Centro de Cultura de Cajamar en la Casa de las Mariposas. El acto literario está organizado por Diario de Almería en el ciclo Diario de los Libros.
-Participó en octubre de 2020 en Diario de los Libros, en un momento de tregua de la pandemia. ¿Cómo ha transcurrido el tiempo desde ese momento hasta la actualidad?
-Si hacemos balance, esta pandemia parece que estamos en vía de superarla. No quiero pensar lo que habría sido esto si no hubiéramos contado con las vacunas.
-En el momento que viene a Almería estaba escribiendo La forja de una rebelde junto a su esposa Noemí Trujillo.
-La pandemia es el trasfondo del libro y la escritura la hemos hecho en el periodo de reflexión que nos ha dado pues después del primer confinamiento, es donde se sitúa la acción. Nos ha dado más tiempo para escribir, nos ha dado más tiempo para conversar, porque un libro que escribes con otra persona tienes que conversar mucho.
-Escribir un libro no debe ser fácil, pero escribir a cuatro manos debe ser más complicado.
-Todo lo que vas escribiendo te va enriqueciendo. Escribir con otra persona es aprender. No solo debes encontrar ese territorio de encuentro, sino también desarrollar las técnicas y los instrumentos que plantea la escritura. Nosotros ya lo hemos hecho cinco veces, y cada vez vamos aprendiendo a hacerlo de una manera menos áspera.
-Marca la novela el hecho que el día 14 de marzo de 2020, cuando se produce el encierro, muere la madre de Noemí.
-Eso marca mucho su mirada y yo que convivo con ella, al final, no me puedo sustraer. La novela empieza con un duelo, y creo que era una buena idea de empezar una obra como La forja de una rebelde.
-Una novela policiaca escrita durante un encierro. ¿Ese género cada día está más de moda entre los lectores?
-Llevo en esto mucho tiempo y durante los últimos años me pregunto mucho por el auge de los relatos criminales y la ficción criminal. A veces pienso que puede ser curiosidad por los misterios, morbo por la crueldad o necesidad de entretener el ocio con historias impactantes. Son motivos que suscitan el interés de algunas personas por estas historias, pero no son mis motivos. A mí lo que me interesa es en qué medida los crímenes resultan dolorosamente iluminadores de lo que somos los seres humanos. Personalmente asisto con cierta distancia a ciertas ficciones.
-Si tuviera que hacer un resumen para un lector que todavía no ha leído su libro, qué le diría.
-Es una novela criminal realista, trata de acercarse al trabajo de las personas que la protagonizan que son los policías y trata de acercarse al crimen y los móviles y mecánicas del crimen a partir de la realidad. No nos inventamos un crimen fantasioso truculento, nos inspiramos en un doble homicidio durante el confinamiento.
-En época de encierro mucha gente pudo pasarlo menos mal gracias a la lectura.
-Lo tengo claro, y así ha sido. En muchas ocasiones he ido a centros penitenciarios a clubes de lectura con reclusos. He visto en pocos sitios que la lectura representara algo tan importante como lo que representaba para esas personas privadas de libertad. Probablemente no existe ninguna ventana por la que entre tanto y tan buen aire como la lectura.
-En 2020 afirmaba que amaba profundamente a Almería.
-Vuelvo a Almería siempre que puedo. En 2020 si estuve y el pasado año no pude por falta de tiempo. Recuerdo aquellas jornadas literarias que hacíamos en Carboneras. Almería en general y Carboneras en particular es una geografía de mi corazón, y uno intenta volver siempre.
-Están en Almería en el ciclo Diario de los Libros. Sé que esta actividad le permite un mayor acercamiento a sus lectores.
-Yo concibo la literatura como una manifestación cultural, una expresión artística o un ejercicio intelectual, pero como ya voy teniendo una edad, a mí la literatura sobre todo me interesa en este momento como conversación profunda entre personas, entre personas que no se conocen. El encuentro con los lectores me permite materializar esa conversación.
Noemí Trujillo: “Me interesa la maternidad como tema literario”
-Esta novela viene marcada por la muerte de su madre en el inicio de la pandemia.
-Sí, el 14 de marzo de 2020 me anunciaron que había muerto mi madre. Tuve esa experiencia de perder un ser querido en pandemia. Fue un duelo difícil porque no podías estar con los tuyos, recibías el pésame y los abrazos por teléfono. De esa circunstancia personal nace el deseo de llevar la pandemia a la literatura.
-¿Escribir a cuatro manos junto a su marido resulta fácil?
-Nosotros hace diez años que escribimos juntos. La primera novela que publicamos tiene ya diez años y hemos escrito cinco libros a cuatro manos. Esta es la segunda vez de la serie de la inspectora Manuela Mauri. Tenemos mucha práctica. Si la otra persona no la conociera habría cierta dificultad, pero entre Lorenzo y yo hay un diálogo donde hay mucha confianza. En este libro estábamos confinados, 24 horas juntos, pero nosotros nos entendemos bien y por eso repetimos.
-Es una novela muy realista, según la crítica.
.-Eso no es nuevo ya que es una característica de la prosa de Lorenzo.
-¿La literatura ha sido una tabla de salvación durante el encierro, porque nunca se leyó tanto en este país?
-Los índices de lectura subieron y subieron las ventas de libros. La gente leyó y no nos puede extrañar, puesto que cuando la realidad nos desborda los libros están ahí. Para mí fue una tabla de salvación en el primer confinamiento y en ese duelo tan extraño que yo pasé por la muerte de mi madre. Yo me sumergí en la relectura del Ulises de Joyce. Me ayudó su lectura a no pensar en nada.
-¿Por qué gusta tanto la lectura de la novela criminal y la novela negra?
-En mi trayectoria personal no soy autora de novela negra, ya que soy poeta. La quiebra social de la pandemia había pasado muy rápido a la poesía, y estaba un poco como ausente la pandemia de otros géneros. La novela negra es un género flexible y dinámico y que ha demostrado en los últimos años que se puede abrazar a otras muchas cosas, como los mitos o fenómenos paranormales.
-Recuerdo las jornadas literarias de Carboneras donde hizo un trabajo inolvidable. ¿Regresa a Almería a menudo?
-Soy una enamorada de Almería. Esas jornadas fueron muy importantes para mí y participaron muchos escritores. Fueron unos años de mi vida muy felices, quizás los más felices de mi vida. La etapa del sello editorial Playa de Ákaba fue maravillosa, donde editamos a unos 200 escritores. Fueron unos años muy bonitos y muy enriquecedores.
-A título particular en qué está trabajando.
-Me interesa mucho la maternidad como tema literario y estoy trabajando en un ensayo que pretende ser un estudio de los arquetipos modernos creados durante el siglo XX.
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