El mundo del arte volvió ayer a vivir una jornada de luto con la muerte del pintor almeriense Juan Ruiz Miralles. Aunque llevaba unos años que había dejado su actividad pictórica, Ruiz Miralles recibió el cariño de los almerienses en la última exposición que realizó en el Museo de Almería a finales del mes de enero.

Su hijo Juan y su nieta Marisol tuvieron la feliz idea de organizar junto al Museo una exposición de este gran artista y excelente persona que se llevó a cabo entre enero y febrero de este mismo año. Juan Ruiz Miralles que vivía a 500 metros del Museo hizo un gran esfuerzo y acudió a la inauguración de la muestra que recogía gran parte de sus obras inéditas realizadas con fibra de chumbera.

Su viuda, Lola Rodríguez García se mostraba ayer abatida y recordaba la figura de Ruiz Miralles. "Hemos estado juntos 60 años. Era una persona maravillosa, muy buena gente y sobre todo siempre fue un hombre servicial y que era amigo de sus amigos". Sus hijos Juan, Lola y Nuchi recordaban ayer muchas de las vivencias en estos años, destacando su bondad y su personalidad.

Ruiz Miralles en los últimos años de su vida llevó a cabo una serie de obras que el propio artística denominaba Expresionismo abstracto, que estaban realizadas con fibras de chumbera seca, pinturas y barnices.

Al pintor que había nacido en Almería en 1930, trabajar con la fibra de la chumbera le resultó una experiencia que estaba envuelta de mucha magia. Desde muy joven supo que su vida estaría vinculada al arte. En sus obras siempre fue un artista original. En una entrevista reciente explicaba el propio Ruiz Miralles que "he usado todas las materias que he tenido a mi alcance, pero cosas increíbles. Tengo cuadros hechos con agua mezclada con oxido y las formas son impresionantes, otros con metacrilatos. He hecho muchos murales y mucha obra, pero yo verdaderamente he expuesto poco y se han notado poco los cambios".

Ruiz Miralles recordaba sus primeros trabajos artísticos. "Tengo trabajos sobre La Chanca que realicé hace cerca de 50 años y donde transformé la figura humana, sus calles, su ambiente y su Alcazaba, todo eso está hecho muy sintéticamente y creo que con mucha expresividad". "Nunca me he limitado a los temas consabidos, que son La Chanca, el Puerto o el riachuelo, sino que mi escenario es universal", explicaba este genio, que amaba profundamente la naturaleza.

Considerado un hombre muy polifacético, Juan Ruiz Miralles dedicó mucho tiempo de su vida a la empresa familiar. Desde muy jovencito ya se inclinaba por la pintura. "Con unos 18 años hice unos murales en la Catedral de Almería que hoy todavía se conservan". Ruiz Miralles estudió durante seis años en la Escuela de Artes de Almería e hizo el ingreso en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. "Curiosamente en Almería se me negó la beca por desafecto al régimen y necesitaba ese certificado para poder seguir estudiando", recordaba el artista en una entrevista en 2007.

A los 20 años fundó su empresa de pintura y decoración, que ha tenido durante más de 50 años de existencia, una media superior a los 100 trabajadores. Aquella empresa dedicada a la pintura y la decoración permitió a Juan Ruiz poder vivir y dedicar parte de su tiempo a pintar.

Tras una vida muy intensa, en los años 80 decide volcarse con la pintura y con el arte, con las vistas ya puestas en una futura jubilación. "Yo estaba dedicado mucho tiempo a la empresa, y me quedaba poco tiempo para pintar. Aparte también me dedicaba a la pesca submarina, donde fui campeón de España. Pero cuando me jubilé decidí dedicarme a la pintura", afirmaba el pintor.

La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Sonia Ferrer Tesoro, lamentó ayer profundamente la muerte del pintor, cuya creación destacó siempre por su peculiaridad y por ser pionero en la utilización de nuevos materiales.