El emergente y prometedor astro de tan solo 12 años no es un descubrimiento de Calar Alto. El copyright corresponde al grupo de Jóvenes Flamencos del Morato, liderado por el guitarrista Antonio de Quero y con Antonia López y Niño de las Cuevas de destacados y puntuales profesores. Antonio de Quero debía ser por tanto su idóneo, brillante y eficaz acompañante en la fecha de su presentación en solitario; junto a la eficaz percusión de Moi Santiago

Su moreno metal de voz cobriza y cautivadora, amén del intuitivo sentido del ritmo (se defiende asimismo, con soltura, con la guitarra y el cajón flamenco) no es ajeno a su condición étnica. Al arte mamado al calor de sucesivas generaciones calés, residentes (ahora) en La Juaida; de ahí que Rafael sea alumno del IES Torreserena, de Viator. Su padre, Agustín Amador, es el máximo exponente de esa genuina tradición cantaora.

Tras la cariñosa salutación de Lola de Quero, presidenta de la entidad cultural ubicada en El Quemadero, tuvo lugar el acto institucional de entrega de la Bandera de Andalucía concedida el pasado 28 de febrero, en presencia de la Delegada del Gobierno de la Junta y del Delegado de Cultura en Almería. A continuación dio inicio el tan esperado recital, dividido en dos partes, como siempre. Con una cueva-sede expectante, en la que no cabía un alfiler, el pasado viernes día 3, fecha en la que El Morato celebraba el 43º aniversario de su fundación.

Ya con los tres artistas sobre el escenario y después del sincero agradecimiento a su junta directiva, socios y simpatizantes, Rafael comenzó, a capella y al son de aires fragüeros, a dar muestra de los conocimientos atesorados y de su genuina condición de artista en tan difícil como hermoso Arte. Tras templarse por martinetes, la emoción fue in crescendo durante el desarrollo de un repertorio en el que abordó todo el amplio arco melódico de estilos y variantes jondas. Superando con creces las esperanzas en él depositadas por sus mentores y aficionados. Su progresión es espectacular, tanto en el conocimiento de mayor número de músicas y letras como en el dominio de la técnica respiratoria y vocalización. Es cierto que el camino a recorrer es largo, duro y difícil, pero hoy por hoy estamos, a poco que se lo proponga y tenga suerte, ante un cantaor que dará mucho que hablar en el panorama flamenco nacional. Frente a un artista del que Almería se sentirá orgulloso.

Para los ausentes, quede aquí reflejado el orden de su exitosa actuación:

-Cantes de Almería. No de Levante ni de las Minas, sino de Almería: tarantos, taranta y cartagenera. Con un recuerdo a Carmen de Burgos y a Antonio Chacón (¡gracias, Rafa, por tu dedicatoria a Pérez-Pipo y a mí persona!).

-Malagueña y abandolao, evocando de nuevo al jerezano Chacón.

-Soleá. Viajando largamente por añejos intérpretes y zonas de origen.

-Nana del Caballo Grande, de Camarón. Con la brillante falseta introductoria del “Fandanguillo de Almería”, de Gaspar Vivas, a cargo del citado Antonio de Quero. Con este tema debutó en el programa La Voz Kids, de Antena 3, incorporándose automáticamente al equipo de la coach Rosario Flores. Un concurso sabatino en el que estamos seguros llegará muy lejos.

-Seguiriyas en la que se entregó en cuerpo y alma, por derecho y dominio de sus matices dramáticos e intensos graves y agudos, afinando a la perfección.

-Tangos, Como el agua, en homenaje reiterado a José Monge Cruz, el genio de San Fernando

-Copla/canción de Niña Pastori

-Fandangos (Déjame aquí la botella…, creación de Antonio Núñez “Chocolate”, dedicado a su padre. Este, embobado y rodeado de parte de su prole, entre otros su sobrino Santiaguillo Fernández, le brindó un estentóreo olé.

El remate, como no podía ser de otra manera, vino con un fin de fiestas por bulerías con todos sus compañeros del grupo de Jóvenes Talentos, Agustín Amador, su amigo Phosky, Moi Santiago y Quero sobre el escenario del Morato. Salud, suerte y que los divés de bronce te guíen.