Ha Ha realizado el Almería captaciones recientes para fichar a jugadores para sus cinco equipos nuevos: dos prebenjamines, dos benjamines y un alevín que se suma al que hay ya en categoría andaluza. Son lógicas estas jornadas para formar los diferentes grupos nuevos, que parten de cero, a pesar de que seguramente una entidad profesional como es el caso de la UDA tenga su red de ojeadores, controlando el mercado provincial e incluso de provincias vecinas. Sí son más difíciles de entender las captaciones celebradas durante este mes día sí y día también en los diferentes campos de la provincia, incluso en equipos séniores, teniendo que ir el resto de futbolistas por si llega alguien nuevo y no vea un panorama vacío. Y que no se entere el listo de turno que un jugador que ha estado en su club en la temporada ya finalizada está probando en otro...

Cuando este periodista hacía las labores de futbolistas, no existían estas captaciones. Se empezaba a jugar en un equipo por tener a algún amigo en el mismo y ahí se colgaba las botas, pasando a lo sumo por uno o dos equipos más. Ahora un niño de diez años ha tenido ficha con cuatro equipos diferentes y ha entrenado en cerca de una decena, como si fuese a descubrir América.

El cambio se producía por algo extremo o por no jugar ni en los entrenamientos. En los tiempos actuales la misma semana el pequeño jugador ha probado en varios equipos diferentes, olvidando el padre que lo importante a esas edades es que esté en un grupo con sus amigos (exceptuando casos como que sea llamado por una entidad profesional). Ya habrá tiempo para cotas mayores. Tampoco se puede esperar mucho de una jungla en la que el familiar pregunta al club de turno que qué le ofrece cual Jorge Messi con Laporta.