La fugacidad de la mirada se confunde con el tiempo fenecido, humo transitorio que se desvanece al instante, quedando el recuerdo, que rescata el momento mezclado de rasgos que impresionaron más profundamente de la imagen percibida, sensaciones y emociones compañeras del instante.

La fotografía, o vídeo, es la luz salvada de la nada, flujo intrascendente que dicta la transformación constante, el sendero hacia el cambio permanente. La luz fijada en la instantánea plasma los detalles de la imagen real, tal y como se muestra en esa ocasión, mas ¿es realmente una expresión de la realidad circundante? Esta es la reflexión que proponen los cuatro artistas que presentan esta exposición.

Con motivo de PhotoESPAÑA 2022, cuya sede se celebra en MECA Mediterráneo, con la colaboración de la Universidad de Almería y Culture Lab at The Plaxall Gallery de Nueva York, cuatro artistas de la vanguardia visual española ofrecen un relato personal sobre la esencia de la imagen, así como la transformación del registro digital en expresión estética, más allá del reportaje, de la escena sensitiva o el montaje participativo con el espectador. Es un producto metafísico, donde los autores organizan una narración contemplativa, ajena al curso de las horas, detenida, apacible, o inquietante por el motivo encontrado, buscando el halo imperceptible que rodea el ambiente, el detalle inesperado, lo que la auténtica realidad encierra.

Muestran estos creadores plásticos su intencionalidad en la exploración de la luz retenida, cuando descubre brillos y colores, sombras y claridades, que se configuran como representación con significado propio. Se introducen en la interpretación oculta de la imagen, aquello que refleja el subconsciente, miedos, fantasías deseos… o quién sabe si esperan encontrar el genio oculto que trastea en los engarces de las horas, convirtiendo sus travesuras en azar.

Se presentan composiciones de dinamismo intenso, ilógicas, rapidez evanescente que trastoca la figura supuesta original, inmersa en una observación de delicuescencia intangible, que a la vez contrapone con la realidad estática, la soledad, la lucha por la vida, la imaginación del cine detenido en un fotograma, conexión con el entorno almeriense. Si no, la escena cíclica, atemporalidad permanente, donde la mirada extrae nuevas formas y pensamientos. Todo confluye en la composición de piezas múltiples, que como un puzle se reconfigura para indicar la incertidumbre en la que nos desenvolvemos.

Como siempre, inteligente y excelente instalación la propuesta en esta galería.