La procesión del Encuentro

El Domingo de Resurrección marca la culminación de la Semana Santa, celebrando la Resurrección de Jesucristo. En diversos puntos de nuestra geografía, esta jornada se distingue por la tradición de la “Procesión del Encuentro,“ un acto que simboliza el gozoso reencuentro de Cristo resucitado con su madre, la Virgen María. Esta representación visual y emotiva subraya la transición del dolor y la tristeza de la Pasión a la alegría y la esperanza de la Pascua. En nuestra Almería, esta tradición se mantiene viva en una buena parte de nuestros pueblos, manifestándose con particularidades locales que la enriquecen.

Me viene a la memoria las cinco veces que fui testigo emocionado de esta procesión en Serón. Se celebraba antes de la Misa del Domingo de Resurrección. Comenzaba temprano y casi siempre, era una mañana fría. Se notaba en los rostros de los asistentes el agotamiento por la cantidad de celebraciones, oficios y procesiones acumuladas. Sin embargo, se sentía a su vez, la alegría y el entusiasmo de este día. Empezaba la procesión ascendiendo por las empinadas calles del pueblo hasta llegar al tramo de la calle Bacares, entre la Plaza de Los Remedios y la calle Real. Ahí, la tristeza de la muerte manifestada en el manto negro de la Virgen y ahondada por la magistral ejecución musical de la banda, se tornaba en un torbellino de alegría y esperanza, cuando el paso del discípulo querido, San Juan, salía corriendo al encuentro de la madre del Señor para comunicarle la buena noticia de la Resurrección de su Hijo. La Virgen se desprendía de su manto negro y seguía un “baile” de los pasos que manifestaba ese inmenso regocijo. La muerte no ha tenido la última palabra. Siempre hay esperanza en Cristo Jesús.

Indirectamente, a través de mis alumnos del IES Gaviota, IES Virgen del Mar y CEIP Fuentesantilla de Adra, he sido un testigo “emocional” ante lo que me han contado con tanta profusión acerca de “su” procesión del “Encuentro”. Me relatan, que en la Plaza de San Sebastián, las imágenes del Cristo Resucitado y de la Inmaculada convergen tras recorrer itinerarios separados. Un momento significativo de esta celebración es el “baile de las imágenes” y la retirada del manto de luto de la Virgen. Así, la eliminación del manto negro simboliza el tránsito de la Virgen del duelo a la felicidad por la Resurrección de su Hijo.

Cuantos buenos recuerdos me vienen a la memoria, pero no hay espacio para relatar las celebraciones y procesiones de Semana Santa de los pueblos en los que he tenido el honor de servir: Serón, Alcóntar, Hijate, Ohanes, Padules, Beires, Almócita Alboloduy, Santa Cruz de Marchena, Alsodux, Alhabia… Sin lugar a dudas, este tiempo en Almería, con sus diversas manifestaciones y tradiciones locales, constituye una viva expresión de nuestra fe religiosa y cultura, donde cada pueblo aporta sus matices únicos a la conmemoración de la Semana Santa, e indudablemente merece la pena vivir. ¡Buena Semana Santa!