Todos rotos

Cada vez que se disputa una jornada FIFA los clubes tiemblan porque son conscientes a lo que se exponen sus jugadores. Si fueran un producto de Amazon formarían parte de las estanterías de las devoluciones en mal estado. El esfuerzo físico se paga caro, lo sufren los deportistas, pero a nadie, en los más altos estamentos de la federación internacional, parece importarle. Poderoso caballero es don dinero. Horas de vuelo, esfuerzo físico, un mal descanso y una peor recuperación, parecen dar la razón a quienes se quejan con toda justicia, porque al fin y al cabo, los deportistas no son máquinas, y si lo fueran, igual se estropearían. Algunos en nuestra federación, no hace mucho tiempo, se empeñaron en que Pedri jugara un torneo local, un campeonato europeo de selecciones y unos juegos olímpicos. Se rompió de tanto jugar y al chico y al Barcelona le ha costado un año del canario en la grada y una interminable tendencia a las lesiones musculares. Gavi ante Georgia se rompió la rodilla y estará ausente toda la temporada y parte de la que viene. Camavinga regresó a Madrid lesionado en un entrenamiento con la selección de Francia. Vinicius tiene para más de dos meses de recuperación después de detectarse una rotura en el bíceps femoral sufrida en un encuentro contra Colombia por las eliminatorias sudamericanas. Haaland encendió las alarmas en el Mánchester City luego de un golpe feo en el tobillo defendiendo la camiseta de Noruega. Ter Stegen ha tenido que ser reemplazado por Iñaki Peña luego que el alemán se lesionara custodiando la portería germana, y Mikel Oyarzabal se vuelve a lesionar provocándole a la Real Sociedad tremendo susto, aunque luego Imanol dijo que era poca cosa lo de la estrella del equipo que viene de recuperarse de una lesión de larga duración. Eriksen cayó con Dinamarca, Bastoni y Locatelli con Italia, Muriki con Kosovo, Mandi con Argelia, Deiver Machado con Colombia y Yeremi Pino con España. La lista es larga y suma nombres importantes como el del portero Onanna que se lesionó con Camerún o Kamada jugando con la selección japonesa, que deja con mala cara a toda la Lazio. Si seguimos así, a final de temporada tendré que saltar yo al campo de juego.