Análisis

Nicolás López

El sector financiero europeo en el nuevo escenario monetario

El sector financiero, y en particular el bancario, registró el peor comportamiento relativo del mercado europeo desde 2007 hasta la pandemia. Una larga década en la que los bancos sufrieron los efectos de la crisis financiera en 2008/09 y sus consecuencias en los años posteriores. Un período caracterizado por los saneamientos y recapitalización de los balances, el desapalancamiento del sector privado, y todo ello en un contexto de tipos de interés muy bajos que deprimen la rentabilidad del negocio bancario. El nuevo escenario que ha surgido tras la pandemia, sin embargo, implica un cambio estructural para el sector financiero, que está teniendo su reflejo en la positiva evolución en bolsa de los bancos europeos en los últimos meses.

El punto de partida eran unas valoraciones muy deprimidas por la baja rentabilidad del negocio y el temor a una nueva crisis bancaria inducida por la pandemia. Sin embargo, los balances saneados, altos niveles de capital y las medidas tomadas para combatir la pandemia evitaron una nueva crisis y los bancos salieron reforzados de la misma. En estas circunstancias, el nuevo escenario de inflación y tipos de interés elevados supone un cambio estructural respecto a la década anterior que tiene consecuencias muy positivas para la rentabilidad del negocio bancario.

Los resultados publicados por los bancos en 2022 confirman este cambio de escenario, con un significativo aumento de su margen de intermediación (diferencia entre intereses percibidos y pagados), que es la principal línea de ingresos de un banco. En un contexto en que la morosidad se mantiene contenida, cabe esperar que el crecimiento de los ingresos y beneficios se prolongue en 2023 y 2024 resaltando el atractivo de sus valoraciones actuales.

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