Andalucía, un himno

No nos avergüenza hacer un "reto del maniquí", pero nos parece anormal cantar la letra del himno andaluz

Este sistema educativo es una mierda: hay andaluces que el año que viene ingresarán en una universidad andaluza sin saber que tenemos un himno, un canto con letra y música que nos hermana en una condición singular de ser españoles, la de ser andaluces. Lo que cuento es cierto: lo he contrastado con más de un centro educativo al que no le ha faltado, cada víspera de 28 de febrero, el folclore de la blanquiverde. Me refiero a centros muy comprometidos con la formación intelectual y en la formación en valores. Me refiero, a que lo que para tantas personas es "la tontería del trapo", para todas aquellas personas que huyen, es el desgarro de una bandera que no podrán abrazar en su tierra, ahora llena de bombas ajenas y escombros propios. Si en nuestras aulas no cantamos nuestro himno andaluz, vacunados ya de no escuchar el de todos los españoles, ¿qué es lo que nos hará participar de un sentimiento común que ayude a superar prejuicios soñando aspiraciones? ¿Es que ya no nos valen las palabras de Blas Infante? Si "los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos", ¿no habrá, al menos, que recitarlo entre todos si queremos que se haga realidad? ¿Qué utopía es la que nos convoca a las gentes que vivimos en estas tierras? Sigo viendo señoritos que progresan sin mérito alguno. Sigo viendo cómo ayer, Día de Andalucía, se entregaron muchas medallas meritorias junto a otras completamente arbitrarias para mayor gloria de quien las entregaba. Sigo viendo cómo aquí, en Almería, sigue valiendo la misma estupidez que vale para los nacionalismos ibéricos: "¡solos nos iría mejor!"; os olvidáis que la blanca y verde ondeó ya en nuestra Alcazaba en el 1070, antes que en ningún otro lugar del resto de la actual Andalucía. Posiblemente, en nuestros centros educativos estamos formando gente que hará que no decaigan grandes empresas internacionales deslocalizadas para optimizar el beneficio, pero se nos olvidará que eso lo hacemos por una Andalucía libre, los pueblos de España y la Humanidad. O somos capaces de asumir los símbolos que identifican a las comunidades humanas o estamos condenados a diluirnos en ofertas mediáticas, ya sea por lo civil o por lo militar. Y es que hemos logrado una sociedad en la que no nos avergüenza hacer un "reto del maniquí", pero llevarnos la mano al pecho y sentir las notas del himno español o cantar la letra de nuestro himno andaluz nos parece anormal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios