OPINIÓN | Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Las cosas del querer
Sin duda 1928 marcó un antes y un después en la forma de combatir a las bacterias que nos hacen enfermar. El descubrimiento de Fleming, la penicilina producida por Penicillium notatum, abrió las puertas a una nueva era. A partir de esta molécula, se han buscado y sintetizado muchísimas que, sin duda, nos ayudan a combatir a estos pequeños patógenos. Si todo parecen ventajas, ¿por qué tanto alarmismo sobre el uso de los antibióticos? Durante décadas, este medicamento se ha tomado cual caramelo. Se ha podido comprar en la farmacia sin receta, nos los han recetado hasta para un resfriado y, claro, se nos olvidó lo más importante: los abusos tienen consecuencias. ¿De qué consecuencias hablamos?, muchas de estas bacterias, mediante mutaciones, adquieren genes de resistencia a antibióticos y no sólo eso, sino que pueden transferírselos a otras. ¿Y qué significa esto?, significa que la eficacia del antibiótico en cuestión puede ser nula por lo cual habría que buscar otro que tuviera efecto. Sabiendo que esto puede ocurrir, ¿existe la posibilidad de que una bacteria sea resistente a varios antibióticos?, la respuesta es sí. Algunas cepas de Staphylococcus aureus o Neisseria gonorrhoeae se encuentran en la lista critica de la OMS sobre microorganismos que presentan una resistencia, cuanto menos alarmante, a los antibióticos de nueva generación. De hecho, según estudios realizados en los últimos años, las bacterias multirresistentes causan anualmente 20 veces más muertes que los accidentes de tráfico, siendo una de las 10 principales amenazas contra la salud pública, y se estima que en 2050 será la principal causa de muerte, superando al cáncer. Aunque aún estamos a tiempo de frenar esta vorágine, se estudian otras herramientas biotecnológicas. Una de ellas fue descubierta antes que los antibióticos, pero Occidente la dejó de lado, tras la aparición de la penicilina, a pesar de las muchas investigaciones realizadas hasta ese momento. Se trata de los bacteriófagos, virus especializados en infectar bacterias, tan específicos que pueden llegar a infectar una única especie bacteriana. ¿Usar un virus para combatir bacterias patógenas? ¡Qué no cunda el pánico!, muchas investigaciones han demostrado que estos virus son inocuos para los seres humanos o animales ¿Serán los sustitutos de los antibióticos?
También te puede interesar
OPINIÓN | Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Las cosas del querer
En tránsito
Eduardo Jordá
¿Tú también, Bruto?
Un relato woke de la extrema izquierda
La ciudad y los días
Carlos Colón
Lo único importante es usted