República de las Letras

Cartas de Celia

En el Día de la Mujer, nada como la lectura de estas cartas de una Celia Viñas viva, auténtica y feliz en Almería

Ningún estudio de los que he leído hasta ahora ha conseguido representarme tan fielmente a la célebre profesora como esta recopilación de Cartas de Celia Viñas a su familia que el profesor Francisco Galera Noguera publicó en dos sabrosos tomos en 2015 a través del Instituto de Estudios Almerienses. Aquí late la Celia auténtica, por encima y por debajo de interpretaciones, panegíricos y mitos. La Celia viva, torbellino de trabajo y entusiasmo, vocación y entrega a su profesión que asumió Almería en los duros años del hambre de posguerra. Celia en estado puro, descrita por ella misma. Todo un placer para el intelecto, para el ansia de saber, para el amante de la intrahistoria de la ciudad, para el escritor.

El tiempo, ese mal enemigo nunca vencido, es el verdadero problema del Hombre. El sentimiento de su paso destructor es lo que define a este ser estúpido e inteligente, bárbaro y delicado, bestial y seráfico como verdaderamente humano. Su fugacidad, su finitud, ha impulsado la religión, el arte y la literatura. Dejar huella de sí ha suscitado siempre, desde los comienzos de la Humanidad, las más bellas obras y las más feroces conductas. Retener el tiempo, ese imposible, es lo único que el Ser Humano no ha conseguido todavía ni conseguirá jamás. Y sólo esos escuálidos testimonios que son las pinturas, las esculturas, las fotografías pueden dar cuenta del paso por la Vida y el Mundo de determinados personajes. Pero son las cartas, por encima de las representaciones plásticas, las que con mayor fidelidad reflejan la Vida, aunque no alcancen a representar más que una mínima parte de ella. En este caso, las cartas de Celia son puro reflejo de sí misma. En ellas se ve, casi se palpa, la profesora exigente y cercana, la poeta delicada, la entusiasta de la cultura, del teatro, de la literatura. Ahí está la pedagoga, la estudiante aplicada, la activista cultural incansable, la mujer vitalista que quiere beberse la Vida por todos sus poros y vive y siente Almería como si fuese su propia tierra. Son cartas utilitarias, sin afanes de literatura, donde desgrana todas sus preocupaciones y problemas, sus felicidades y sus expectativas de futuro tal y como nacen en su corazón de mujer en soltería indeseada cuya ambición más profunda es, en su madurez, hacer su trabajo con total entrega y dedicación a sus alumnos y alumnas.

En el Día de la Mujer, recordemos a Celia, la maestra.

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