La ELA y la política inmoral

En la primavera pasada se estrenaba en los cines “Unzúe. El último equipo de Juancar”. Un extraordinario documental que explica la cruda realidad de la ELA. Por si no le recuerda, Juan Carlos Unzúe fue un exfutbolista, exentrenador, activista y comentarista deportivo español. El 18 de junio de 2020, anunció por sorpresa que dejaba el mundo del fútbol al habérsele diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Ha habido que esperar al nombramiento de los nuevos ministros de este Gobierno de Coalición para exigirles que después de más de dos años que se aprobó la Ley ELA para dignificar la vida de los afectados y sus familias, siga estado bloqueada en el Congreso.

Los enfermos, sus familias y las asociaciones son un ejemplo en buscar recursos. La vida se escapa entre los dedos de la mano y la confianza en los políticos también. Veremos si la nueva ministra de sanidad, Mónica García, anestesista en la actualidad y deportista de élite antes, tiene la sensibilidad y la empatía necesaria. Esta Ley tiene que entrar en vigor cuanto antes. Va de humanidad. Y si los políticos no lo quieren ver acabaremos viendo una política y unos políticos inmorales.