Libertad Quijotesca

Inventores de palabros

¿Por qué no nos exigimos políticos comprometidos con la democracia? Con méritos morales y laborales

Un palabro. "Derrochólico". Último término auspiciado por el gobierno del Minotauro de Moncloa, relacionado con el consumo de energía. No se cansarán nunca de faltarnos al respeto a los ciudadanos. Del mismo modo, no les fatiga de ninguna forma dilapidar nuestro dinero, arruinar la naturaleza y el paisaje, freírnos a impuestos, robarnos la dignidad y libertad que significan educación, cultura, intelecto, emprendimiento y trabajo ¡Andan tan creativos en el poder ejecutivo! Sin olvidar la industria del poder en general. Han desertado del esfuerzo que significan ley, parlamentarismo, división de poderes y civismo. ¿Qué hacen con el delito de sedición? ¿Qué término podemos acuñar para los infames tratos de favor a los terroristas? Siempre intrigando para imponernos su totalitarismo. El crimen es crimen siempre por su propia naturaleza letal. No hay credo, ideología, truco, conspiración, propaganda ni artimaña que lo legitime y/o justifique. Por eso la democracia es tan importante y vulnerable. Por eso exige el esfuerzo de individuos, sociedades y Naciones. El Minotauro y otros mandamases de nuestro atribulado mundo han aterrizado en Egipto. Hace mucho tiempo que las milenarias Pirámides, la Esfinge de Guiza, el Nilo y todas sus fuentes, no contemplaban un ramillete tan nefasto de gobernantes y corifeos. Inolvidables las palabras de Miguel Delibes (1920-2010, Valladolid) "A los mayores tiranos siempre les gustó tener fama de liberadores". Nosotros vivimos en este presente y tenemos el deber, derecho y obligación de hacernos cargo de nuestro buen gobierno. La política es nuestra responsabilidad. Los responsables públicos se creen una especie aparte porque se lo permitimos. Error garrafal. Del mal gobierno siempre se encargan los políticos profesionales, porque no tienen profesión a la que dedicarse. Degeneran en endogamia y corrupción. A esta grey la pastorean todo tipo de tiránicas fieras. Por eso la fortaleza de una activa y educada sociedad civil es vital para la pervivencia y necesaria permanente regeneración de la democracia. La Nación y el estado español somos todos los ciudadanos y los más de tres mil años de historia de España. Con todo lo que eso significa. En primer lugar, que el conocimiento no puede ser algo inútil y sectario. ¿Por qué no nos exigimos políticos que respeten la democracia y que hayan trabajado fuera de la política?

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