La tapia del manicomio

Kosovo

Hay que estar desesperado para decir que los catalanes están bajo la bota militar de una dictadura que los arrasa

Teníamos entendido que Cataluña era Polonia porque muchos catalanes se autodenominaban "polacos", suponemos que por el aquel del idioma y por el humor catalán. Pero ahora nos enteramos de que lo que de verdad quieren ser es kosovares. Eso es lo que se desprende de los movimientos vía internet de los independentistas, que aspiran a lo que se llama "secesión terapéutica", que es una secesión unilateral basada en la vulneración de los derechos humanos. Según ellos, la mayoría de los países reconocerían la república catalana, como hicieron con Kosovo. ¡Caballeros! -como dicen los alpujarreños- hay que estar desesperado para decir que los catalanes están bajo la bota militar de una dictadura que los arrasa, prohíbe su idioma, sus costumbres y arruina su economía. Que es lo que dicen que pasaba en Kosovo. Lo que sí es seguro es que hubo una guerra entre Serbia y los separatistas albano-kosovares que sólo paró por la intervención de la OTAN, después de producir miles de muertos y medio millón de refugiados. Brillante ejemplo, a fe nuestra, y no menos excelente comparación: Kosovo tiene un PIB per cápita que no llega a 3.800 dólares, frente a 5.000 de Serbia. Ninguno de los dos está en la U.E. Croacia y Eslovenia que sí lo están, tienen 12 y 21.000, respectivamente. Cataluña tiene 28.000. ¿Cuánto bajaría cuando se quedara fuera de la U.E.? Respóndanos Junqueras que es consejero de economía. Seguro que lo sabe, aunque no suelte prenda por si sus fieles se acojonan más de lo que deben (o deberían) estar.

Lo que más debe entusiasmar a los brillantes cerebros que están maquinando estas opciones es la comparación entre Barcelona y Prístina. Les deben de hacer chiribitas los ojos pensando en la influencia mundial -inconmensurable- de la capital kosovar en el devenir cultural e histórico del mundo. Como la que era hasta ahora capital universal de la edición de libros en castellano (500 millones de potenciales lectores) está perdiendo la casi totalidad de empresas editoriales, podrá en adelante ser la capital mundial de la edición en albanés. Porque ya no les queda ni el cómic underground, que tan potente fue en la Barcelona universal de los años 70-80, antes de que llegaran estos catetos nacionalistas y perdonen la redundancia. Hasta Nazario los pone a parir.

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