Con la cara de niño bueno, que no ha roto un plato en su vida, se sienta en la mesa, come, sin que se note que está comiendo, y abre las gambas, como quien abre un libro; sabiendo que lo que tiene en las manos no son páginas, sino fruits de la mer. Con su carita de bulería y guitarra, Juanma le ha robado el voto a Vox contando un chiste y medio, como los que contaba Chiquito de la Calzada en los tablaos de Málaga. Aunque nunca encontrará el salero que don Gregorio tenía para aderezar las palabras, que desembarcan en la calle Larios. El líder del PP andaluz se fue a la Maestranza con Joaquín, y esperó la fotografía de la prensa y las cámaras de las televisiones, para que toda España viera que es capaz de ponerse cerca de los victorinos y de aplaudir el brindis de Ferrera al futbolista, que, aparte de leyenda del Betis, también es torero. El verdiblanco, que sabe contar los chistes en un velero, entre El Puerto de Santa María y Cádiz, sin sombrero y sin levita, quiere llevar a Juanma al barrio de la Viña, para que dé un mitin y le robe los votos a Juan Marín, que ya no sabe si ponerse un traje o ir de camisa de sastre. Pero que no se fíe, porque Marín, que tiene cara de barman, es capaz de sacar de la chistera, no un conejo, sino la espada de Juan Espadas.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios