Plus, plis, plas... mañana más

NO veo la televisión. Me refiero a la TDT. Y tampoco creo estar perdiéndome mucho. Esta semana asistía con tristeza a la noticia de que, tras 26 años de emisión, Canal+ decía adiós. Los profesionales del medio tendrían que estudiar como asignatura obligatoria todo lo que esta cadena hizo a lo largo de su historia. Y sé de lo que hablo, porque mi padre, que siempre ha sido un pionero, me permitió desde el principio tener acceso a todo su contenido con aquel arcaico decodificador y su mítica llave de plástico. Le vendría bien a Pablo Motos repasar los vídeos de Lo + Plus para saber qué es una entrevista elegante, divertida y que no dé vergüenza ajena. O a los manolos empaparse bien de los programas de Más Deporte para aprender cómo dar información deportiva de calidad. No estaría de más que Pedrerol recordara su paso por El día después y llorase por ver en qué se ha convertido. Así, quizás, su muerte no sería en vano.