Desde mi experiencia

José Miguel Ponce

¿Sufres nomofobia?

Algunos síntomas son, por ejemplo: consultar mensajes o correos aun cuando no nos ha llegado nada

El móvil es muy útil para comunicarnos y mantenernos conectados, pero cuando se convierte en una obsesión produce el efecto opuesto: nos desconecta de los demás. En ese caso, surge la adicción al teléfono móvil que es un problema que está adquiriendo proporciones alarmantes, sobre todo porque afecta cada vez a más jóvenes y adolescentes. En ocasiones, el celular se convierte en un compañero que evita que nos sintamos solos en una situación en la que lo estamos. Como cuando vamos en el autobús o paseando. La adicción es una dependencia excesiva La persona encuentra placer en un comportamiento repetitivo, ya sea revisando constantemente las redes sociales, enviando mensajes, realizando llamadas o jugando. En muchos casos, junto a la adicción, la persona es víctima de la nomofobia, un miedo irracional a estar sin su teléfono móvil. El término proviene del anglicismo "nomophobia" ("no-mobile-phone-phobia"). La nomofobia no se da un día para otro. Es una consecuencia de determinados hábitos como puede ser recurrir al móvil cada vez que nos encontramos en una situación donde no nos sentimos cómodos (una entrevista de trabajo, hacer cola, esperar por un amigo).

Las consecuencias psicológicas de la nomofobia son la ansiedad, la depresión o el aislamiento. También existen otras consecuencias físicas como dolores de cabeza o molestias en la vista. Entre las causas más reconocidas de la adicción al móvil, se encuentran la baja autoestima y los problemas a la hora de mantener relaciones sociales. De hecho, la inseguridad personal es el factor más común que provoca la nomofobia. Este trastorno suele afectar sobre todo a los adolescentes, siendo el grupo de entre 14 y 16 años el de mayor prevalencia. Algunos síntomas son, por ejemplo: consultar mensajes o correos aun cuando no nos ha llegado nada, ser incapaz de no responder a un mensaje cuando llega, realizar consultas repetitivas e impulsivas de manera inconsciente para comprobar si ha llegado un mensaje o un correo electrónico. Para evitar la nomofobia, concreta los tiempos en que no utilizaras el móvil, como en las comidas o en la conversaciones o reuniones con otras personas. Evita tenerlo en la mano sin necesidad, tampoco lo utilices en la cama o durante las noches. Dejemos de depender tanto de los teléfonos móviles. La vida no se experimenta a través de un dispositivo. Apaga del móvil y levanta la vista, no solo para no tropezar, sino para disfrutar de la vida.

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