“encontramos más especies de mosca negra en un medio semiárido de lo que cabría esperar, dado que las moscas negras requieren de hábitats con cursos de aguas limpias y corrientes”, señala Francisco Valera, investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, coautor del estudio e investigador principal del proyecto de investigación en el que se enmarca este trabajo. Leído en la revista SINC. Concretamente, la ‘Simulium mellah’ fue hallada en el Campo de Tabernas. El estudio aporta nuevos datos sobre marcadores moleculares que ayudan a una mejor identificación de especies potencialmente peligrosas para animales y humanos. Son varias las especies que pueden desarrollar plagas y ocasionar problemas a personas y animales, debido a su actividad hematófaga, es decir, a su hábito de consumir sangre de animales, aves o humanos para cumplir su ciclo vital. Algunas son, asimismo, especies vectoras de patógenos que afectan tanto a animales como a personas a nivel mundial. La investigación ha determinado la presencia de cinco especies de mosca negra en un área de estudio de poca extensión, un hábitat semiárido con cursos de agua temporales, y el hallazgo de un nuevo registro continental: la especie Simulium mellah. Y una curiosidad: según “la Wiki”, Mellah es el nombre con el que se conocen a los barrios judíos amurallados existentes en algunas localidades de Marruecos.

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