Un relato woke de la extrema izquierda
Acordes y desacuerdos
Tomando un algo y hablando de algo en la plaza de la Uned, que no se llama así ni sé cómo se llama, coincidiendo con alguien, hablando sobre si Ray Loriga puede o no llegar borracho a una presentación y encima insultar a una persona durante la presentación. Cómo es Loriga, qué crack. Luego traemos a Panero y si no hace el loco, entonces queda ful. Es como si traes a Keith Richards, te vas con él a tomar algo y se toma una cerveza sin. Y ni se fuma un peta ni nada. O traes a Bukowski al programa más prestigioso de literatura de la televisión francesa y viene arregladito con corbata y dice todo upss políticamente correcto. No entiendo eso de políticamente correcto, es que no se puede ser simplemente correcto o incorrecto o es que eso da igual. Pues no, en el país y el mundo de los soviets supremos todo tiene que ser político, incluso la corrección y el aparato digestivo, como lo oyen. También hay política en el funcionamiento del aparato digestivo, no en la alimentación, que ya te digo si hay corrección e incorrección sino en el funcionamiento biológico del aparato digestivo, que ya sabemos que también él solo, sin influencias externas, puede ser conservador o progresista. Lo del aparato digestivo lo decía una traducción de un libro de la editorial MIR. Qué aburrimiento de todo sin lo del puñetero libro de Umbral, lo de a la mierda del otro, lo del milenarismo y todas esas bufonadas españolísimas castizas jocosas vulgares lugares comunes de la idiotez. Yo también las veo de vez en cuando y me parto pero también tengo y he leído un montón de libros de Umbral, visto muchas películas geniales del otro, escuchado discos también del de más allá y he leído o quiero leer, ver y escuchar todo para no quedarme en la anécdota cazurra, el chistecito perenne. Quizás a algún romántico juvenil a un minuto de zapar la trepa y pasar de todo, todo esto le lleva a indagar en todas estas cosas, esos autores, y no se queda en la jodida parsimonia del transeúnte que está sólo de paso. El zurronero que se las da de literato aburre a las ovejas, pero el problema es de las ovejas y del sistema. El ente. El éter. No del literato, que hace cosas elevadas y por eso pasa de las ovejas y va a por otras ovejas que llevan gafas y leen a Joyce. Si has leído a Joyce, el Ulysses, estás cercano a ser papable pero si has leído Finnegans Wake, del mismo autor, por ahí no pasan. No te pases oveja.
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